El teléfono móvil se ha convertido en un elemento indispensable de nuestro día a día. Los ciberdelincuentes son conscientes de ello y ponen el foco el uso de nuestros para perpetrar sus fechorías.
La denominada “estafa de la llamada perdida” comienza cuando recibimos en nuestro terminal una llamada con un prefijo extranjero. Este tipo de llamadas no deben ser respondidas y se recomienda colgar de inmediato para no ser víctimas de una estafa.
El modus operandi consiste en efectuar llamadas telefónicas con números telefónicos que proceden de otros países, principalmente de Albania, Costa de Marfil, Ghana y Nigeria. Suelen ser llamadas de un solo tono que tienen como objetivo que el usuario proceda a devuelva la llamada. Al realizarlo, se le cobra una tarificación especial de la que el estafador se lleva su parte. Cuantos más segundos pasen, más dinero costará esa llamada, y no es precisamente nada barato.