El recientemente conocido caso de agresión en España, que ha acabado con la vida de un agente de la Policía Nacional, ha recordado la indefensión que asimilan los agentes a la hora de defenderse de agresiones con armas de fuego.
Desde la Asociación llevan años reclamando que se doten a los agentes de alternativas como facilitando así las intervenciones. Además, su uso permite la realización de un uso más gradual las pistolas táser, armas de electrochoque “no letal” que son menos lesivas y más eficaces de uso de la fuerza al ser una herramienta intermedia al arma de fuego.
Este tipo de arma dispara dos electrodos en forma de dos pequeños dardos que se clavan en el objetivo y provocan su inmovilización inmediata mediante la transmisión de pulsos eléctricos de alto voltaje y bajo amperaje. Estos dos anzuelos están unidos a la pistola mediante un cable que es el que transmite los pulsos, por lo que es muy importante que la distancia máxima a la que se dispara sea de poco más de 7 metros (dependiendo del modelo), ya que, si el cable se rompe, la pistola deja de transmitir electricidad.
Su uso, implica al agente a llevar consigo en la parte frontal del uniforme una cámara que se activa en cuanto se pone en funcionamiento el arma y además lleva incorporada una batería que registra su uso. Un protocolo que justifica la defensa del agente y lo exime de cargas judiciales.
Ya en 2019, el Ministerio del Interior aprobó un proyecto para dotar de este tipo de armas a la Policía Nacional. Cuatro años después, siguen esperando que se dote al menos a un porcentaje considerable de la plantilla, ya que solo se inició su uso a un porcentaje muy bajo de la plantilla en la Comunidad de Madrid.
Estas pistolas táser son una reivindicación que desde AUGC vienen reclamando al ministro del Interior, aunque el número de pistolas adquiridas no cubrirá las necesidades de los agentes ya que, el 90% de los guardias civiles no dispondrá de ella.
“Es necesario que cada agente tenga acceso a estas pistolas para tener mayor seguridad en sus actuaciones en la vía pública y así evitar posibles agresiones que terminen en desgracias mayores”, manifiestan los representantes de los guardias civiles.