Un hombre con un arsenal de armas blancas ha sido detenido este martes de madrugada por agentes de la Guardia Civil. El insurrecto ha tratado de matar a un vecino de A Pontenova (Lugo) después de atropellarlo y a continuación arremetió contra los uniformados exhibiendo gran violencia.
El delincuente (dícese así del que delinque según la RAE) atropelló a un residente de la localidad lucense en la rúa da Feira. No satisfecho con su “hazaña”, prosiguió a agredirlo utilizando un cuchillo de caza.
Efectivos de la Guardia Civil de Meira y Barreiros acudieron al punto de conflicto comisionados por su Central Operativa de Servicios (COS). Los uniformados se enfrentaron al agresor que todavía portaba el arma indicándole que se desprendiese de la misma. Tras desarmarse, no dudó en agredir a los agentes exhibiendo gran violencia.
Una vez pudieron reducirlo, se procedió a realizar un cacheo preventivo de seguridad interviniéndole otro cuchillo que portaba. También se procedió al registro del vehículo en el que circulaba localizando un arsenal de armas blancas tales como: machete, diversos cuchillos de caza, puñales…
El individuo contaba con antecedentes penales y había sido objeto de quejas vecinales por su comportamiento agresivo según afirma el diario El Progreso. Sin embargo, lo sorprendente de este caso es que tras la instrucción del pertinente atestado policial fue puesto a disposición judicial y a las pocas horas se decretó su libertad a la espera de juicio.
Análisis h50
Una vez más un insensato se convierte en un auténtico peligro público poniendo en grave riesgo la vida de terceras personas y la de los propios agentes que proceden a su detención.
Una actuación policial perfectamente solventada por los agentes intervinientes de la Guardia Civil y donde también se ampara el uso del arma de fuego en caso de que fuese necesario para neutralizar a este individuo. El potencial lesivo de un cuchillo supera a una pistola si se quebranta la distancia de los 6,4 metros entre agente y agresor.
Poco o nada que decir de la ausencia de dotación de Taser (o dispositivos electrónicos de contención) por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Un elemento de dotación que hace años se ha vuelto imprescindible para su servicio y que se sigue demorando provocando que algunas intervenciones como esta acabe en tragedia.
Destaca en esta intervención la ausencia de una legislación contundente que permita ingresar en prisión preventiva a este peligroso delincuente en vez que regresar a las calles con el riesgo a protagonizar otro episodio similar y atemorizar a víctima y residentes del lugar.