El videojuego Fortnite es el último reducto digital donde los ciberdelincuentes dan rienda suelta a las estafas. Actualmente, el juego de Epic Games supera los 200 millones de usuarios activos al mes lo que lo convierte en un atractivo nido de fechorías donde obtener beneficios económicos a costa de estafar a los gamers.
Estafas, timos e incluso acoso sexual
Una de las estafas más comunes tiene que ver con la obtención de dinero a partir del mercadeo clandestino de avatares del propio juego. De esta forma, los ciberdelincuentes ofertan accesorios o monedas virtuales, denominadas V-bucks, que han sido previamente adquiridos con tarjetas bancarias robadas.
Otras modalidades de los hackers es vulnerar los sistemas de seguridad de Epic Games o incluso crear webs de suplantación (phising) para robar datos bancarios o introducir códigos maliciosos en nuestro hardware.
Por otro lado, la mayoría de jugadores de Fortnite son menores de edad ya que el juego está permitido a partir de menores de los 12 años. El juego permite mantener conversaciones a tiempo real con otros jugadores lo que abre las puertas a que un desconocido entable contacto con el menor sin que los padres tengan constancia de ello.
La Dark web se ha convertido en el principal centro de operaciones de estos delincuentes. En esta zona oculta de la navegación, se ha localizado un mercadeo ilegal de cuentas de usuarios que incluyen direcciones de correo y contraseñas, además de accesos privados a cuentas de Fornite.
Investigadores de Sixgill, han detectado la venta de cuentas por valor de hasta 150 dólares donde las transacciones se realizan mediante PayPal, Bitcoins y WebMoney.
Say NO to scams!
Beware of scam sites offering free or discounted V-Bucks. The only official websites for Fortnite are https://t.co/8CxczhrZwk and https://t.co/zxorPaoiJb.
For more information of Account Security: https://t.co/oF57QdfDLH pic.twitter.com/5oTKougmuq
— Fortnite (@FortniteGame) May 25, 2018
En su perfil oficial de Twitter, Fortnite ya ha advertido en más de una ocasión de extremar las medidas de seguridad, sobre todo de aquellos jugadores que son menores de edad.