La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones –APFP-, sindicato exclusivo en el ámbito penitenciario, informa de los graves hechos acaecidos el viernes y el sábado en el departamento de Aislamiento del Centro Penitenciario de Córdoba.
Desde APFP remarcan la gran labor y profesionalidad de los compañeros del Centro Penitenciario de Córdoba, donde este fin de semana se han vuelto inmersos en dos fuegos provocados por diferentes internos en dos días consecutivos.
El primer fuego provocado por un interno que cumplía sanción en el módulo de aislamiento en la noche del pasado viernes, día siete de abril. Eran las diez de la noche, cuando este interno, en un estado continúo de nervios, insulto y amenazo a los funcionarios, prendiendo fuego al colchón posteriormente. Un incendio que los funcionarios de servicio lograron sofocar a la vez que salvaban la vida del interno, al que tuvieron que calmar y cambiar de celda.
El segundo fuego fue ocasionado ayer sábado, cuando a las seis de la tarde otro interno, clasificado en primer grado debido a su peligrosidad y que cuenta con numerosos incidentes regimentales, originó el fuego quemando su colchón, pero a diferencia del anterior, éste interno se abalanzó sobre los funcionarios amenazándoles, con la intención de clavarles en el cuello un bolígrafo que llevaba en las manos.
El fuego fue sofocado por los compañeros que realizan servicio en dicho módulo con ayuda de algún otro compañero de servicio que acudió por la gravedad de la situación, no sin acabar alguno de ellos con pequeñas lesiones, pero salvando la vida del interno. Debido a la gran humareda ocasionada se tuvo que evacuar la galería del resto de internos que en ella residen y trasladarlos a otras celdas, con la peligrosidad que conlleva para los trabajadores del centro.
Desde APFP denuncian que “los funcionarios de prisiones arriesgan sus vidas a diario para salvaguardar la de los internos, careciendo de los medios necesarios, con una formación insuficiente para actuar como bomberos y una escasa cantidad de efectivos para afrontar estas situaciones en la que la vida y la muerte se resuelven en breves minutos”. “Nuestras funciones están reguladas en el Reglamento Penitenciario de 1981, sin que estas actuaciones estén contempladas, por lo que urge una regulación actualizada de nuestras funciones”, tal y cómo pidió este sindicato al Defensor del Pueblo y a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
APFP reclama al Ministerio del Interior el reconocimiento de los trabajadores penitenciarios como agentes de la autoridad; adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI con la aprobación de pistolas taser y un incremento de las plantillas para ajustarlas a las necesidades reales de los centros penitenciarios para minorar las agresiones que padecen los trabajadores penitenciarios, así como una actualización retributiva con la equiparación salarial con sus compañeros de Cataluña, igual trabajo igual salario.
