Agentes de la Policía Nacional han detenido en Valencia a tres personas, dos hombres y una mujer, de entre 18 y 22 años, de origen español, como presuntos autores de un delito de robo de vehículo, tras al parecer sustraer motocicletas y trasladarlas hasta un bajo que sería usado como taller clandestino.
En este se han localizado y recuperado un ciclomotor y una motocicleta sustraídos, así como diversa sustancia estupefaciente, por lo que a uno de los arrestados también se le imputa un delito contra la salud pública.
Las investigaciones se iniciaron tras tener conocimiento los agentes de que un bajo situado en el distrito valenciano de Patraix podría estar siendo utilizado como taller clandestino. Los policías centraron las vigilancias en el propietario del inmueble, un joven de 22 años, quien a pesar de carecer de permiso de conducir en vigor era titular de cuatro motocicletas y dos ciclomotores.
Los propios investigadores observaron como la madrugada del 24 de febrero el sospechoso, junto a su pareja y un tercero, introducían en el bajo una motocicleta que había sido sustraída esa misma noche en la vía pública, la cual era de la misma marca y modelo que otra adquirida por el principal investigado.
Finalmente, los policías registraron el inmueble, donde localizaron y recuperaron un ciclomotor y una motocicleta robados, pudiendo corroborar que el lugar se empleaba como una especie de taller clandestino. Allí, presuntamente, tras comprar motos siniestradas a bajo precio y sustraer otras de la misma marca y modelo, cambiarían las piezas de las mismas. Por todo ello, los tres jóvenes han sido detenidos como presuntos autores de un delito de robo de vehículo.
En el bajo los agentes también hallaron 1.090 euros en efectivo, así como diversa sustancia estupefacientes. En total, intervinieron unos 76 gramos de hachís, más de 15 de marihuana, una bolsa con cogollos de marihuana con un peso de 68 gramos, cerca de 27 gramos de arena mezclado con marihuana y dos básculas de precisión. Por este motivo, al principal investigado también se le imputa un delito contra la salud pública.
Los dos hombres han pasado ya a disposición judicial, mientras que la mujer ha sido puesta en libertad una vez oída en declaración, tras ser advertida de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerida.