El Gobierno de Rajoy promulgó en abril de 2015 la actual Ley de Seguridad Ciudadana, mal llamada “ley mordaza”, principalmente para frenar fuertes manifestaciones y concentraciones ilegales o violentas, unas manifestaciones consideradas por los sindicatos de clase como protestas sociales contra las políticas de austeridad.
Desde UGT y CCOO remarcan que uno de los principales compromisos del gobierno de PSOE y Unidas Podemos fue derogar los elementos que ellos consideran más regresivos de las libertades que contiene esta ley, que impide hacer a la carta cualquier tipo de manifestación o concentración ideológica sin previo aviso.
UGT y CCOO reclaman que en esta legislatura se apruebe una ley que entienda la seguridad ciudadana “como el más pleno disfrute de los derechos fundamentales y de las libertades públicas”, dando prioridad a la preservación del ejercicio de derechos y libertades fundamentales, obviando en todo escrito la seguridad de cientos de miles de policías y sus familias. Unos sindicatos de clase que poseen afiliados en miles de plantillas de policías locales.
Una ley actual que modificó el Gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy, y que garantiza el ejercicio de derecho de reunión y manifestación, restringiendo con sanciones subsidiarias a los organizadores de reuniones o manifestaciones que lo hacían de manera ilegal o no se ajustaban a la norma.
Una ley de Seguridad Ciudadana que garantiza a día de hoy el libre ejercicio de la actividad informativa por los medios de comunicación, garantizando su seguridad, y que ofrece todas las garantías frente a manifestaciones o actuaciones violentas contra las fuerzas del orden.
Desde los sindicatos UGT y CCOO exigen modificar una Ley de Seguridad Ciudadana sin aportar posibilidades de cambios que garanticen la seguridad de la ciudadanía, de los policías y los medios que a su juicio deben emplear para defender con garantías el estado de derecho y proteger su integridad física, o si por el contrario van a asumir “de su bolsillo” las indemnizaciones cuando se le cause un daño personal o material al abrir las puertas de la calle al radicalismo.
Y es que a día de hoy ni UGT ni CCOO han salido en apoyo en ninguna manifestación en apoyo a los agentes policiales, como es el caso de CSIF, un sindicato que apoyo sin fisuras a los cuerpos policiales.