Agentes de la Policía Nacional han detenido en Valencia, en un operativo contra las ciberestafas, a cinco hombres de entre 23 y 44 años, como presuntos autores del delitos de estafa, además a dos de ellos también se le imputa un delito de usurpación de identidad, tras enviar mensajes de texto masivos a teléfonos móviles haciéndose pasar por un importante centro comercial, a fin de obtener los datos de las tarjetas de compra y tarjetas bancarias de las víctimas para hacer un uso fraudulento de las mismas.
La cantidad estafada podría ascender hasta los 100.000 euros. Se han intervenido cinco teléfonos móviles, dos tarjetas SIM, dos cafeteras de una reconocida marca, así como ocho pulseras, un anillo y dos abalorios de una prestigiosa firma de joyería.
La investigación se inició en julio del año pasado, cuando la Policía tuvo conocimiento que una persona estaba realizando compras con cargo a una tarjeta de compra de un importante establecimiento comercial cuyo titular residía en un localidad lejana a Valencia, solicitando productos a la plataforma “online” de dicho establecimiento.
Tras una serie de gestiones, los investigadores averiguaron que la información de la tarjeta había sido obtenida mediante la técnica de smishing, modalidad de estafa que consiste en el envío masivo de mensajes de texto a teléfonos móviles, simulando en este caso provenir de un centro comercial, para mediante engaño hacerse con los datos de la tarjeta de compra.
En esta modalidad, las víctimas, creyendo recibir el SMS del centro comercial, accedían al enlace falso e introducían los datos solicitados, tales como nombres y apellidos, claves, contraseñas y PIN para acceder a su cuenta online.
Continuando con las pesquisas, los agentes identificaron a dos sospechosos, uno que se habría encargado de obtener la información de la tarjeta comercial de forma fraudulenta y otro responsable de realizar las compras y recogerlas en el establecimiento comercial. Así mismo, se localizaron víctimas en las localidades de Valencia, Rocafort (Valencia), Alicante, Granada y Motril (Granada).
Posteriormente, identificaron a seis personas más, todas ellas relacionadas con los anteriores, al parecer, una de estas, conseguía información en bases de datos públicas de Internet y a través de aplicaciones digitales falsificaba los DNI con los que conseguía las tarjetas que luego utilizaban para las compras online.
Una vez conseguidos los productos de las compras, los investigados les daban salida rápida a través de aplicaciones de compraventa online a un precio muy inferior al del mercado.
En este tipo de delitos, las entregas de los productos adquiridos online no se realizan en el domicilio que aporta el comprador, sino que este u otro miembro del grupo esperan a los repartidores en los alrededores del domicilio de entrega, y una vez observan la llegada de la empresa de mensajería y les abordan diciendo que casualmente se encuentran en la calle y que el envío es para ellos. Esto unido a la utilización de técnicas de anonimato en Internet, dificulta enormemente la identificación de los mismos.
Estas personas no solo realizaban compras fraudulentas, sino que utilizando la modalidad de estafa conocida como sim swapping accedían a la banca online de las víctimas.
Sim Swapping
Esta modalidad de estafa consiste en duplicar de forma fraudulenta la tarjeta SIM del teléfono móvil de una persona, para ello, el ciberdelincuente suplanta la identidad de la víctima para conseguir el duplicado de su SIM, y una vez que la esta se queda sin servicio telefónico, accede a su información personal y toma el control de su banca digital utilizando los SMS de verificación que llegan al número de teléfono.
Con este tipo de estafa, los sospechosos realizaron reintegros en cajeros automáticos con tarjetas fraudulentas de una entidad bancaria, así como compras en otros establecimientos.
Finalmente, los agentes detuvieron a ocho personas, una mujer y siete hombres, como presuntos autores de los delitos de estafa, además a dos de ellos también se le imputa un delito de usurpación de identidad.
Los ocho arrestados, siete tienen antecedentes policiales. Tres de ellos han pasado a disposición judicial, mientras que el resto fueron puestos en libertad tras tomarles declaración, no sin antes ser advertidos de la obligación que tienen de comparecer ante la autoridad judicial cuando fueran requeridos.