David Carrick, un agente de la Policía Metropolitana (Met) de Londres de 48 años, se ha declarado este lunes culpable de 49 agresiones sexuales contra una docena de mujeres durante más de 18 años.
Su historial es el de un delincuente, agresor sexual en serie. Un delincuente vestido de policía y bajo esta condición ha realizado sus delitos.
En el año 2001, a los 26 años, ingresó en la Policía Metropolitana. A pesar de estar implicado en estos dos delitos, pasó la oposición, no fue investigado y entró en el cuerpo.
A partir de entonces 20 años de fechorías. En 2002, Carrick se volvió a enfrentar a otra acusación por parte de su expareja: investigaron al agente por agredir y acosar a la mujer. En 2004 se le involucró en un incidente doméstico.
En 2009 donde se convirtió en miembro de los equipos armados que custodiaban las instalaciones parlamentarias, gubernamentales y diplomáticas.
A partir de entonces denuncias y hasta 2021 se han sucedido una serie de denuncias, según publican medios locales. Su modus operandi era sencillo; conocida a sus víctimas en redes sociales y eventos y las amedrentaba con su condición de policía sufrían todo tipo de humillaciones.
Fallos en el sistema; faltó una eficiente respuesta policial con unidades de Asuntos Internos y Regimen Disciplinario que, en España, se dedican a la prevención de conductas delictivas y que los propios compañeros de trabajo no se dieran cuenta de su actividad ilícita.