Parte de la droga – 2.000 kilogramos- fue interceptada en aguas internacionales del Caribe cuando era transportada en barco para su distribución en territorio español, mientras que el resto se encontraba oculta en una nave industrial en Siero (Asturias).
El arsenal estaba compuesto por siete fusiles de asalto, una granada de mano, explosivo plástico, un lanzacohetes, un detonador, diez silenciadores, tres armas cortas, once cargadores, dos inmovilizadores eléctricos, tres chalecos antibalas y más de 1.000 cartuchos metálicos.
Agentes de la Policía Nacional, en una operación que ha contado con la colaboración de la DIRAN de la Policía Nacional de Colombia y la agencia estadounidense HSI –Homeland Security Investigations- han desarticulado una peligrosa y activa organización criminal narcoglobalizada, con la detención de 19 personas y la aprehensión de 2.600 kilogramos de cocaína y un arsenal de armas de guerra. Entre los arrestados se encuentra un histórico narco conocido como “el matador”, objetivo de las autoridades españolas y colombianas desde hace más de diez años.
Parte de la droga – 2.000 kilogramos- fue interceptada en aguas internacionales del Caribe cuando era transportada en barco desde Sudamérica para su distribución en territorio español y el resto – 600 kilogramos- se encontraba oculta en una nave industrial en Siero (Asturias).
Desplazamiento a Madrid para una reunión
Las primeras pesquisas tuvieron lugar en el mes de enero del pasado año cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal que, compuesta por miembros de diferentes países de Sudamérica y que operaban principalmente desde Colombia, pretendía introducir en España una importante cantidad de cocaína. Tras identificar a los miembros de la trama, los investigadores pudieron constatar que éstos se habían desplazado hasta Madrid para reunirse con un conocido narcotraficante gallego, responsable de la distribución de la droga en nuestro país. Tras este encuentro los investigados planifican el envío de dos toneladas de cocaína para finales de julio de 2022.
Gracias a la cooperación internacional, la embarcación que transportaba 2.000 kilogramos de sustancia estupefaciente fue intervenida en aguas internacionales próximas al Caribe, frustrando así el propósito criminal de la organización. Durante este operativo sus cinco tripulantes fueron arrestados no obstante, un mes más tarde, el grupo narcotraficante preparó un segundo envío de cocaína hacia España, por lo que los agentes volvieron a detectar nuevas reuniones entre los propietarios de la droga y el narcotraficante gallego, todas ellas en nuestro país.
Simulando un viaje familiar
Finalmente, y con toda la información recabada, los investigadores procedieron a la fase de explotación de la operación en la que localizaron una nave industrial en Siero (Asturias) donde se encontraban ocultos otros 600 kilogramos de cocaína. Hasta este lugar se había desplazado el narcotraficante gallego, en compañía de su pareja, con el objetivo de eludir la atención policial simulando un viaje familiar. Junto a ellos también se desplazó otro individuo mexicano como fedatario de la organización que, por un lado se encargaba de atestiguar que todo se realizaba según lo pactado y, por otro, realizaba labores de avanzadilla con el vehículo advirtiendo de la posible presencia policial durante el camino. Estas tres personas fueron arrestadas junto al resto de integrantes de la red, encargados de la logística para la introducción de la cocaína en España.
Asimismo en la nave industrial también fue localizado un arsenal de armas de guerra compuesto por fusiles de asalto, granadas de mano, explosivos, lanzacohetes, silenciadores, armas cortas y cartuchería de multitud de calibres, entre otros objetos. Estas armas, junto a otras intervenidas en el domicilio de Galicia del narcotraficante español, que muestran el grado y nivel de la organización ahora desarticulada.
Las armas fueron remitidas a los laboratorios de Policía Científica para proceder a su análisis pericial mientras que el lanzacohetes, el explosivo plástico, la granada y el detonador fueron analizados por los especialistas de TEDAX-NRBQ. Tras una inspección inicial del lanzacohetes, los agentes consideraron que, debido a su inestabilidad, era necesario proceder a su inutilización y destrucción controlada, trasladando el lanzacohetes a un bunker seguro donde se realizó su explosión controlada.