La violencia de género es un fenómeno complejo y multidisciplinar, en el que los últimos años se han emprendido numerosas investigaciones con el objeto de tratar a debate una necesaria categorización, es decir, una forma de entender la falta de sensibilidad de la sociedad en sí, sin tener el conocimiento y comprender lo que ello significa.
Nos encontramos ante un problema social grave, anteriormente con falta de atención por parte de la ciencia en años anteriores, actualmente gracias a los avances de los últimos años, se ha podido internacionalizar este proceso por el cual deben seguir habiendo más estudios y más detecciones en el ámbito educativo y familiar.
Estudiar con herramientas que nos da la Criminología en base a la Violencia de Género, cuya situación merece un tratamiento y análisis sobre el contexto que se produce, donde integramos a los autores y a las víctimas en un mismo círculo para poder advertir de los factores sociales y de riesgo esenciales que nos vemos en la sociedad y que esta se transforme un posible cartel educativo social donde se puedan revisar en sí las relaciones afectivas entre género.
Actualmente nos adentramos exclusivamente como sociedad en el ámbito jurídico penal, pero, debemos recurrir en este caso al uso de la Criminología, con la metodología, fines y objetivos que nos posibilita la recoconceptualización de la violencia de género, en el cual partimos desde la comprensión como es el delito, como lo identificamos para así favorecer un estudio amplio en el que trabajar para poder elaborar una prevención del mismo.
El uso de la Criminología en la violencia de género, tiene grandes ventajas en las que supone dejar atrás ideas preconcebidas y tratar de buscar las razones individuales del propio individuo, identificándolas para tratar las razones, estructurarlas, con la base social.
Nos preocupa tanto el autor de los hechos como las circunstancias que lo han rodeado, porque nos permite dar con la posibilidad de identificarlo. Trabajar con la preocupación del autor donde nos responda la acción necesaria de la responsabilidad que le conllevó a tal acción, además de poder conocer el patrón a seguir, desde ahí podremos tratar con las víctimas, para hallar la prevención de este fenómeno.
En mi caso como Criminóloga, estudio la violencia de género desde la ciencia criminológica y desde rama jurídica como es Derecho, pero no dejo de lado en ningún caso, la esencia del análisis, las cuales me ofrecen la psicología, la antropología, la sociología, victimología, etc.
Actualmente a pesar de todos los avances que se han ido logrando en los últimos años, seguimos tratando con la baja comprensión social de la definición de “violencia de género”, ¿por qué? Porque, lamentablemente se sumerge en juicios, prejuicios, valoraciones y suposiciones donde se generalizan sin razón suficiente donde se justifique, donde creamos más el odio que la atención que ello requiere. Como consecuencia, suponen obstáculos para la comprensión hacia la víctima y un factor de riesgo a la tolerancia y mantenimiento para trabajar ante una prevención y así una posible erradicación.
No se puede fomentar una adecuada prevención si no hay comprensión de la situación, debemos atender ambos puntos, con el origen, contenido y las consecuencias para ambas partes.
Es una tarea esencial para poder afrontar un debate y una reflexión las circunstancias que vemos a diario y nos llevan en muchas casos a valorar si tratamos con este fenómeno, donde no solo se dan entre hombre y mujer, sino en parejas del mismo sexo, entre otras.La violencia de género, si no tratamos todos los factores de riesgo, donde afecta a mujeres, hijos, hombres, adolescentes… seguirá creciendo lamentablemente en toda la sociedad.
Por lo tanto, la realidad sociológica además de ser traumática en la convivencia, penal en las conductas y diversa, no permite una definición fácil porque concurren tanto los factores sociales, políticos, económicos, históricos, en la que no ayudan a elaborar una evolución y trabajo educativo para explicar y tratar de valorar a las personas.