“La situación de Seguridad Ciudadana empieza a ser insostenible” remarcan desde la asociación de guardias civiles IGC, y exponen “la precariedad, en que sus efectivos realizan los servicios, el hecho de no contar con una jornada laboral digna, carecer de turnos de trabajo que les permita conciliar su vida personal y familiar… No conocen con antelación qué días tienen que trabajar y cuáles librarán a unas semanas vista. El cuadrante, es en muchos casos arbitrario, no respeta el descanso de 11 horas entre servicios y la Dirección General no hace nada por remediarlo”.
A la vez que apunta que un guardia civil es el policía que más horas de trabajo realiza anualmente, en torno a 250 horas más que un policía nacional. Esta situación, condiciona enormemente la vida familiar. Los componentes de la Guardia Civil continúan siendo los peor tratados con diferencia, como si fueran policías de segunda, sin que su esfuerzo se vea recompensado en su nómina.
Continúan privados de unos complementos dignos por el servicio realizado en horario festivo, nocturno o en horas extras. Les resulta ridícula la cantidad que se asigna por servicio nocturno (5.70 €), por festivo (11,40 €) y por el día de navidad, (22,90 €), de ahí que exijan el mismo importe por complemento de “territorialidad” 184 € y los 120 € por “turnicidad” que dispone la Policía Nacional, el aumento de los incentivos al rendimiento, especial las horas nocturnas y festivas, los servicios extraordinarios y los de especial significación, la actualización de la ERG 2 que ha quedado desfasada y un reparto mucho más justo de la productividad por objetivos.
Les resulta insuficiente la propuesta de la Dirección General de la Guardia Civil de elevar el CVE (Complemento Vinculado al Empleo) el 2,5%, lo que supondría un pésimo aumento de tan solo 9 €, por ello solicitan más y mejores medios, la dotación de chalecos antibalas y cámaras individuales, además de pistolas taser, la renovación de la flota de vehículos, algunos de los cuales tienen más de 15 años y superan los 500.000 km, la mayoría de ellos no disponen de mamparas para el traslado de detenidos. Igualmente, piden una mejora del servicio de vestuario, donde se dan numerosos casos con más de un año de retraso en la entrega de prendas y aún sigue “pendiente”, por lo que los agentes tienen que “intercambiar ropa usada”.
Creación de la especialidad de Seguridad Ciudadana
Actualmente, debido a la globalización, a la evolución y al progreso de la sociedad, a los medios de trasporte y por ende a la movilidad de sus ciudadanos, los índices de delincuencia fluctúan más y mucho más rápido. Entienden por ello que éste contingente está infinitamente formado y preparado para tratar los temas más diversos que se le presentan en el servicio diario, ejerciendo una gran capacidad resolutiva y finalización.
En las últimas oposiciones a la Guardia Civil y en cuanto al nivel educativo, destacan un total de 6.087 aspirantes con titulación universitaria, entre los que hay 1.554 con máster y 18 con el doctorado, lo que les ofrece un criterio estimado del nivel de preparación. Así, y dentro de este contingente, existen “secciones”, como los Equipos ROCA (Equipos de lucha contra el Robo en el Campo), Equipos @, Grupos de Intervención Rápida (GIR), Equipos VIOGEN, Operadores SIVE…
Desde IGC advierten que la creación de tantas secciones, que sí consideran necesarias y que demuestran su importancia, supone una merma del potencial de efectivos que vigilan las calles, puesto que el personal que se detrae para su constitución, no se compensa con un aumento de vacantes para Seguridad Ciudadana, de donde se nutren principalmente. Por ello solicitan que confeccione un catálogo de puestos específico para estos sectores de reciente creación. Abogan por su legitimación total y asignación de plantilla propia, ya que, de seguir creando subgrupos, se verá gravemente mermada la seguridad de los ciudadanos.
Ante esto, y para conseguir la consecución de las medidas propuestas, consideran prioritario que todos los efectivos de Seguridad Ciudadana pasen a constituirse como “especialistas en Seguridad Ciudadana” para mejorar sus condiciones socio-laborales, con la creación de un complemento específico propio por “especialidad”.
La negación a tal catalogación les resultaría una infravaloración por parte de la Administración a la labor que vienen desarrollando, de entrega, sacrificio y a la eficacia demostrada a diario, siendo gran parte del éxito del Cuerpo y su pilar angular. Así lo plasma IGC en su programa a las últimas Elecciones al Consejo y así seguirán exigiéndolo, porque creen que, por sus cualidades, formación, preparación, conocimiento y capacidad de resolver, ya es hora de reconocer como especialistas a los componentes de esa modalidad, que tanto dan y tan poco reciben.