La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones –APFP-, sindicato exclusivo en el ámbito penitenciario, informa de la nueva técnica que fue utilizada el pasado día 10 de noviembre en el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre en Málaga I y teme que pueda extenderse a más Centros Penitenciarios.
Dicha técnica podría ser utilizada para realizar revueltas en cualquier módulo, salidas a un hospital externo con algún fin ilícito o para realizar denuncias falsas contras los funcionarios de prisiones.
El pasado día 10 noviembre en el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre se produjo un conato de motín iniciado por un interno que quería ser trasladado a un centro hospitalario. Este interno utilizó, presuntamente, la técnica de enfisema subcutáneo facial autoinducido, con la finalidad de conseguir deformidad facial y el traslado a un centro hospitalario, tras no conseguirlo, inició el motín que fue secundado por una veintena de internos y que fue resuelto por la gran profesionalidad por los funcionarios del departamento y de los que se encontraban de servicio en el centro.
El enfisema subcutáneo facial autoinducido se suele utilizar en procedimientos odontológicos, traumatismos o cirugía, pero esta técnica se ha utilizado en el centro penitenciario de jóvenes de Barcelona, en el año 2010, por tres internos para evitar la identificación en rueda de reconocimiento por parte de testigos en un juzgado.
APFP, reitera el peligro que puede suponer en muchos aspectos la utilización de esta técnica, incluso para el reconocimiento de cara a la identificación y esclarecimiento de un delito por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de ahí que hayan alertado por escrito a la Secretaría General de esta técnica, de su posible extensión a otros centros penitenciarios y de los muchos peligros y problemas que nos pueden generar, para que dicten las instrucciones pertinentes a los directores de los centros penitenciarios. Es incuestionable que los internos continuamente piensan en todo tipo de artimañas para intentar burlar o generar situaciones conflictivas.
Exponen que, mientras la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y Ministro de Interior están más preocupados de vender solamente reinserción con estadísticas fáciles de tumbar, los funcionarios de prisiones están altamente preocupados por la seguridad y orden interior, incluso también a lo que pueda afectar a la sociedad en el exterior. “Asistimos perplejos al olvido de este servicio público esencial y como con las últimas instrucciones nos han dejado completamente vendidos de cara a los internos”.
De ahí que APFP exija al Ministerio del Interior un estatuto propio para los funcionarios de prisiones como marco normativo para su institución; adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI con la aprobación de pistolas taser y un incremento de las plantillas para ajustarlas a las necesidades reales de los centros penitenciarios para minorar las agresiones que padecen los trabajadores penitenciarios, así como una actualización retributiva con la equiparación salarial con sus compañeros de Cataluña, igual trabajo igual salario.