Al leer la frase “Copos Brillantes” (o Shiny Flakes en inglés) podríamos pensar en objetos llamativos por ser resplandecientes, o quizás en la nieve, sus formas y color radiante en especial a trasluz. Pero si coloca la frase en cualquier buscador de internet seguramente encontrará su relación con el nombre de “Maximilian Shmidt”, un adolescente que con sólo 18 años pasó de trabajar como mesonero, a crear una plataforma denominada “Shiny Flakes” a través de la cual traficaba drogas en la dark web, mientras vivía en su pequeño cuarto que ocupaba en la casa de sus padres. Las drogas transitaban desde su habitación por el servicio de correo regular, lo que garantizaba el servicio “hasta la puerta” de muchos consumidores de sustancias ilegales, convirtiéndose gracias a Netflix, en uno de los casos de distribución de drogas en internet más populares. Pero no es el único caso de tráfico de drogas en línea. (Ver URL: https://www.clarin.com/internacional/solo-casa-padres-computadora-joven-convirtio-poderoso-narcotraficante_0_yYpI-tIOT.html.)
El mercado de las drogas implica oscuridad, violencia, altos riesgos para consumidores y distribuidores, de inmediato, tenemos la imagen típica de personas jóvenes dirigiéndose a barrios peligrosos para buscar al individuo que distribuye el producto, rodeado de personas vigilantes, armadas y temerosas de la llegada de la “competencia” lo cual generaría un necesario enfrentamiento por el dominio de la venta en el lugar, adicionada la peligrosidad de portar productos ilícitos con la asediante vigilancia policial. Todo lo cual, amenaza permanentemente el “mercado ilegal”. La distribución así representada, dista de lo que encontramos en la venta de drogas en línea a la cual ha trascendido el comercio de drogas del mundo físico, en menor medida al inicio, pero con inquietante expansión para posicionarse en el ciberespacio, a través de la Dark Web.
Es la Dark Web, la que se compone de un conjunto oculto de sitios de Internet, a los que solo se puede acceder mediante un navegador web especializado (Tor). Tal sitio, se utiliza para mantener la actividad de Internet privada y en el anonimato, lo que puede ser útil tanto en aplicaciones legales como ilegales (ver URL: https://www.kaspersky.es/resource-center/threats/deep-web) En tales, se encuentran además del mercado ilegal de drogas, armas, productos químicos, virus informáticos, y hasta la posibilidad de contratar hackers, secuestradores o sicarios (Ver URL: https://www.elmundo.es/tecnologia/2017/07/21/5970fab5268e3e5c3d8b471b.html)
Surgen pues, interesantes características del tráfico de drogas en línea, conforme a los hallazgos que emanan de las investigaciones y que la distinguen del tráfico tradicional, tales como:
- La fácil disponibilidad para los consumidores quienes se encuentran a un clic de la compra del producto que además llega al lugar que éste señale.
- La alta calidad en éste tipo de tráfico se distingue de la droga que se destina al comercio en las calles.
- Tanto compradores como vendedores aprecian el bajo riesgo de detección del comercio y destaca particularmente la ausencia de la violencia.
- De igual forma, el producto ilícito vendido en internet, tiene precios más altos y además de ser de mejor calidad cuenta con alto grado de pureza
(Ver. URL: https://www.dw.com/es/juicio-al-mayor-grupo-de-narcotraficantes-online-de-alemania/a-54449679)
De la misma forma, los caracteres identificables en el mercado de la red oscura o ecosistema ilegal entre los cuales se encontraba la denominada “Ruta de la seda”, se observa la aplicación de técnicas de anonimización, software de encriptación, monedas de cifrado -especialmente bitcoins-, así como utilización de pagos electrónicos, que permiten para compradores y vendedores la pseudo garantía de seguridad, que coadyuva el incremento del mercado ante la llegada de más compradores atraídos por el anonimato y de más vendedores que confían en que no serán descubiertas sus máscaras por las autoridades; esquema que utilizan otros mercados ilegales dedicados a la misma actividad, tales como “Wall Street Market” en el cual además, los responsables de la plataforma se llevaban entre el 2 y el 6% del valor del producto vendido.
Golpes de la investigación a la anonimización en el mercado de drogas en línea
La anonimización si bien dificulta o complejiza las labores investigativas, no resulta, sin embargo, infalible; ello es verificable a partir de las investigaciones policiales desplegadas en los últimos años. Por ejemplo en el año 2011 se dio la creación del sitio denominado “Silk Road” como un servicio ‘escondido’ al que sólo se podía acceder a través de Tor, y cuyo cabecilla respondía al pseudónimo de Dread Pirate Roberts, y quien luego de su detención previa labor policial, entregó algunas de las pistas necesarias al FBI que luego lograría desarticular una de las organizaciones más grandes de la Deep Web, para vender y comprar drogas, armas, servicios de hackeo, falsificaciones y más asuntos ilegales https://www.fayerwayer.com/2013/10/como-el-fbi-encontro-al-fundador-de-silk-road/ cuya condena advino en el año 2015, en la ciudad de Manhattan en los Estados Unidos.
Luego de la desarticulación de la banda mencionada, pocos años después (2017) el European Cybercrime Centre (EC3) de la Europol con la colaboración de la empresa Bitdefender logró ofrecer una pista importante para que las autoridades holandesas pudieran también atajar las operaciones de Hansa, otro de los grandes mercados negros para estas mercancías ilegales que posteriormente acabaría con el cierre definitivo de AlphaBay y de Hansa, con cientos de personas bajo investigación gracias a operación llevada a cabo por el FBI y la DEA en los Estados Unidos y por la Policía Nacional Holandesa con el apoyo de Europol. (Ver URL: https://www.xataka.com/legislacion-y-derechos/asi-cayeron-alphabay-y-hansa-las-sucesoras-de-silk-road-que-dominaban-la-venta-de-productos-ilegales-en-la-dark-web
Ya en el año 2019 a través de operaciones encubiertas en la red oscura, con funcionarios que fingían ser compradores además de la ayuda de informantes que colaboran con la policía, se logró la desarticulación de tienda de drogas on line denominada “Chemical Revolution” mediante la cual, se estima vendieron más de 130 kilos de anfetamina, 42 kilos de cannabis, 17 kilos de éxtasis, 6 kilos de cocaína y un kilo de heroína, siendo procesadas y acusadas por lo menos once personas que actuaron en los diferentes puntos de la cadena de suministros, cuya ganancia se prevé de más de un millón de euros con el mayor comercio de drogas online de Alemania. https://www.dw.com/es/juicio-al-mayor-grupo-de-narcotraficantes-online-de-alemania/a-54449679
Siendo así, es resaltable la existencia de múltiples dificultades que presenta la investigación a partir de las características básicas tradicionales criminológicas del ciberdelito, tal como reseña Suárez Alberto, autor Colombiano, al expresar entre tales la permanencia y automatismo del hecho, referido básicamente a la posibilidad de automatización y repetición del delito; la gran capacidad de daño, dada la posibilidad de generar daños a multiplicidad de entidades, además que su objeto material no se limita al dinero portable; la facilidad para encubrir el delito enfocada en las dificultades para averiguar y probar el delito por el anonimato del perjuicio producido, la facilidad para encubrir el hecho, y la disminución del riesgo de ser descubierto el autor del hecho por la posibilidad de borrar las huellas sin dejar rastro alguno una vez realizado el hecho; la alta cifra negra, dada la imposibilidad material de cuantificación de los delitos cometidos en el ciberespacio; la ampliación de la criminalidad, aparejada al crecimiento y expansión de las tecnologías de información, y que generan el acomodo del delito a tales tecnologías; separación temporal y distanciamiento espacial, conforme a la ubicación difícil de determinar del ciberdelincuente y el carácter transfronterizo del delito, por el carácter internacional del delito cibernético.
Sin embargo, a partir de tales consideraciones doctrinales, resulta insoslayable el esfuerzo policial e investigativo para sortear las dificultades y derribar las barreras levantadas por la delincuencia en el mundo cibernético, para en definitiva lograr el objetivo de capturar a quienes cometen actividades delictivas, y además luego de someter a los responsables ante la justicia, obtener sentencias ejemplarizantes.
Conclusiones
Existen en el tema abordado, situaciones que plantean discusiones aún no resueltas, tales como la disminución de la violencia en el mercado ilícito electrónico, la posibilidad de obtención de grandes ganancias, incluso mayores que en el mundo físico con disminución sustancial del riesgo, entre otros aspectos que, desvían la visión de lo realmente importante, y no es más que la facilidad con la que los ciberdelincuentes hacen llegar drogas ilícitas a gran cantidad de personas, y el consecuente daño que producen a la sociedad que la consume, lo cual, deriva indefectiblemente en la profundización de males sociales, entre los cuales se incluye la violencia.
La informática y la comunicación, son fundamentales para el desarrollo, la inclusión, acceso a bienes y servicios, ente otros; sin embargo, no por ello debemos entender que existe permisibilidad absoluta para su utilización, incluyendo las actividades delictivas. Las necesarias limitaciones, nos dirigen a la obligatoriedad de los entes reguladores y proveedores de servicios para establecer regulación de las acciones que se desarrollan en las plataformas tecnológicas, ello, aun cuando el internet fue concebido como libre para permitir la innovación digital, pues la fragilidad de tal conceptualización ha derivado en la capitalización de muchas de sus ventajas por los delincuentes electrónicos, convirtiendo la libertad innovadora, en libertinaje informático.
Raiza Melvis Sifontes Gómez | Abogado, egresada de la Universidad Central de Venezuela, especialista en el ejercicio de la función Fiscal de la Escuela Nacional de Fiscales, Venezuela, Ex Fiscal del Ministerio Público, estudiante del Master en Ciberdelincuencia de la UNIR, España