Agentes de la Policía Nacional, Mossos d’Esquadra y la Policía de los Países Bajos (IRC La Haya) han procedido a la detención de tres personas integrantes de la denominada ‘Mocro Mafia’ holandesa, como presuntos autores de los delitos de Blanqueo de Capitales, Tráfico de Drogas, Tenencia Ilícita de Armas y Pertenencia a Organización Criminal, consiguiendo impedir que se asentasen en Cataluña, donde tenían previsto blanquear, a partir de diversos negocios y adquisición de bienes, dinero proveniente del narcotráfico.
La investigación multidisciplinar se ha llevado a cabo de manera coordinada, una vez se constituyó, en febrero de 2021, un Equipo Conjunto de Investigación (ECI), entre Policía Nacional y Mossos d’Esquadra; originada para la búsqueda de indicios relacionados con delitos de robos con fuerza en cajeros automáticos mediante gases explosivos en varios países de la Unión Europea.
En enero de 2020 se cometieron en Cataluña dos robos en cajeros automáticos mediante el uso de explosivos. Esta investigación fue iniciada por la Unidad Central de Robos con Fuerza de la Policía Autonómica. A raíz de la información aportada por el servicio TEDAX de dicho cuerpo, así como por la policía alemana, mediante los sistemas de coordinación interpolicial de la Unión Europea, se tuvo conocimiento de la existencia de una persona de origen holandés que podría estar detrás de estos robos.
Las investigaciones no permitieron relacionarlo con estos hechos en aquel momento; pero sí con otro robo de las mismas características ocurrido con anterioridad en Paterna (Valencia), a finales del mes de octubre de 2020 y que estaba investigando la Brigada Provincial de Policía Judicial de Policía Nacional, en Valencia.
A partir de ese instante, Policía Nacional y Mossos d’Esquadra iniciaron una investigación conjunta sobre el investigado principal, quien estaba residiendo en Cataluña. Cabe destacar que la investigación de este sistema de robo especializado resulta harto compleja, por la tecnificación que supone; así como por la peligrosidad manifiesta que conlleva su ejecución, incluso para los propios investigados.
La exitosa culminación de esta investigación pone en valor la excelente coordinación policial
La investigación de los mencionados robos dejó al descubierto una posible organización criminal de origen holandés que se había instalado en la zona de Cataluña y la inteligencia policial y financiera sobre sus integrantes permitió, posteriormente, una investigación de blanqueo de capitales que facilitó el impulso de un procedimiento judicial en el Juzgado de Instrucción número 2 de Mataró.
Esta investigación fue coordinada por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña (UDEF), conjuntamente con la Unidad Central de Blanqueo de Capitales y Delitos Económicos de Mossos d’Esquadra y fue la que determinó la línea más certera de investigación y que ha servido para obtener relevantes pruebas de cargo.
Desde el Juzgado de Instrucción 2 de Mataró se dictaron varias Órdenes Europeas de Investigación (OEI) que sirvieron para confirmar las teorías de los investigadores que consideraban a los principales investigados como las personas encargadas, dentro de la organización, de facilitar a los miembros de la “Mocro-Mafia” su instalación en España, principalmente en Cataluña. La celeridad y fluidez en la cooperación efectuada por la Oficina SIRENE España ha sido esencial para agilizar la coordinación judicial y policial entre los dos países participantes.
La denominada “Mocro-Mafia” resulta de la instauración en los Países Bajos y Bélgica de diferentes clanes, integrados principalmente por personas de origen magrebí. Estos clanes, conocidos en aquel país como personas especialmente peligrosas por los métodos que emplean en sus negocios, parecen estar emergiendo y extendiendo sus influencias en otros países de la Unión Europea, entre ellos España.
Pese a que esta organización mafiosa no ha tenido el eco mediático que hayan podido tener otras organizaciones criminales, como las de origen chino, italiano o ruso, se trata de una organización muy peligrosa, con unos procedimientos extremadamente violentos y con una tendencia al alza en cuanto a su incidencia global.
Sus tentáculos y relaciones los conectan con grupos criminales de todo el mundo, dada su ascendente actividad en el Puerto de Rotterdam, el más importante de Europa en lo relacionado al transporte de mercancías por vía marítima. En este sentido, cabe destacar que vínculos con grupos criminales que operan en el norte de África en el tráfico de hachís; así como con América del Sur en lo referente al tráfico de cocaína.
Fruto de la explotación operativa de la investigación, se ha podido acreditar la peligrosidad de los integrantes de la organización criminal, al hallarse varias armas de fuego real y munición, concretamente varias pistolas semiautomáticas y un revolver; armas que tenían preparadas para defender los correspondientes negocios, así como las sustancias estupefacientes con las que comerciaban en algunos de los locales regentados en Cataluña, y, además, con el fin de proteger las ingentes cantidades de depósito de dinero en efectivo que almacenaban.
La organización pretendía consolidar una estructura que permitiera blanquear las cuantiosas ganancias para insertarlas en el circuito económico legal
Después de dos años de trabajo, con múltiples vigilancias, seguimientos y también diferentes diligencias de investigación, así como la utilización de múltiples instrumentos de cooperación policial internacional, en las que participaron activamente miembros de Policía Nacional, adscritos a la UDYCO de la B.P.P.J. de Barcelona y agentes de Mossos d’Esquadra, se pudieron identificar los negocios que utilizaban para blanquear los bienes adquiridos y las conexiones con los Países Bajos para efectuar las diferentes operaciones de blanqueo de capitales.
El ataque a la estructura económica de esta organización se ha basado, principalmente, en la identificación, la inteligencia financiera y bloqueo preventivo de los negocios (de apariencia lícita pero utilizados para fines delictivos) que los detenidos tenían en Cataluña. Entre estos negocios destaca la inversión en restauración y la compra venta de vehículos de alta gama.
Estas dos metodologías de blanqueo de capitales servían para mover grandes cantidades de dinero dentro de la Unión Europea ocultando el origen de los fondos utilizados; que, a su vez, se camuflaban en operaciones comerciales simuladas. Así pues, se pudo llevar a cabo un operativo policial internacional, gracias a la cooperación del Agregado a la Embajada Española en los Países Bajos que, de forma especialmente activa, ayudó a los investigadores a perfilar el éxito que la investigación ha tenido a la postre.
Para llevar a cabo la explotación operativa, el pasado día 13 de octubre, se desplazaron agentes de Policía nacional y Mossos d’Esquadra a Países Bajos, desarrollándose de forma simultánea diferentes registros en Países Bajos y España, produciéndose la intervención y comiso de cuentas corrientes, bienes de lujo (turismos de gama alta, motos de agua, joyas, monedas de oro certificadas), además de la intervención de aproximadamente unos 2.000.000 de euros en efectivo en moneda de curso legal, Euro y Francos Suizos.
Entre los vehículos de alta gama localizados se encuentran algunos modelos cuyo precio de mercado supera los 150.000 euros, lo que viene a confirmar la alta capacidad económica de la que disponían los investigados, fruto de la pluralidad de actividades delictivas a las que se dedicaban.
En uno de los domicilios la Policía de Países Bajos encontró una estancia (“zulo”) en la que se hallaron varias bolsas de plástico que contenían dinero. Entre los efectos intervenidos se encontraba un reloj de alta gama, cuyo precio de mercado se sitúa a partir de los 200.000 euros; así como otra pieza, cuyo precio base gira en torno a los 50.000 euros, y que le serviría para blanquear el dinero obtenido en las actividades delictivas.
Esta investigación ha permitido conocer más de cerca la realidad de una de las organizaciones emergentes en Europa que pretendía instalarse en España gracias a miembros ya residentes en nuestro país y que demostraban tener facilidad y capacidad para blanquear los beneficios que generaban más integrantes de la misma organización.
La actividad delictiva estaba diversificada, detectándose además de los robos con fuerza, el tráfico de sustancias estupefacientes. Dos de los principales investigados, que fueron detenidos en Países Bajos, ingresaron en prisión por orden de las autoridades competentes de dicho Estado. Asimismo, cuatro personas más han quedado como investigadas. No se descarta que se puedan producir nuevas detenciones, teniendo en cuenta los numerosos indicios detectados y una vez que se proceda al análisis de la numerosa documentación intervenida.