La Secretaría de Estado de Seguridad ha publicado una nueva Instrucción para combatir los casos resistentes en el ámbito de la violencia de género. Como ya han recogido muchos medidos como Diario Sur, El País o La Verdad.
Se trata de valorar las circunstancias particulares de las víctimas con el objeto de adecuar su protección.
Estamos hablando de víctimas “resistentes” en las que, por distintos motivos relacionados con sus características particulares, circunstancias o la situación en la que se encuentran (tales como situación de migración irregular, violencia sucesiva de distintos agresores, adicciones o conductas de abuso de sustancias con dependencia, alteraciones de conducta o enfermedades mentales, carencia de cualquier recurso) tienen dificultades de cualquier tipo para romper con la relación de maltrato
Es un tema muy relacionado con los agresores persistentes o el conocido Protocolo Cero, para víctimas que no desean denunciar y poner en conocimiento su situación. Las resistentes son, en definitiva, unas víctimas especialmente vulnerables en situaciones límite.
Se trata de ofrecer una ayuda que resuelva su situación de vulnerabilidad inmediata y corregir tanto su comportamiento como el del agresor.
Indicadores evidentes de su situación son la falta de solicitud de una Orden de Protección, la falta de colaboración, las conductas de abuso de tóxicos y la especial vulnerabilidad de mujeres migrantes.
Se busca que conozcan su nivel de riesgo y que tengan una percepción ajustada de su realidad y mejorar su autoprotección.
Conocer su situación, la ayuda recibida y empleada por la víctima, explicar y solicitar todo tipo de recursos sociales para ponerlos a su disposición, forman parte de las medidas a adoptar, sin olvidar informar a su abogado.