Un artículo de Andrea Diez González | Profesional dedicada por una geopolítica feminista en pro de los derechos humanos y la salud mental, en especial la protección de los menores
Oficialmente la República de Afganistán es un país situado en el centro de Asia limitando con Pakistán al sur y al este, con Irán al oeste, con Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán al norte y con la República Popular China al noreste a través del corredor de Wakhan. País que muchos aspiran a dominar, aunque lograrlo supone una tarea difícil, lo que provoca que se encuentre en medio de una encrucijada.
En el año 1994 en medio de una gran volatibilidad en la política afgana y tras superar la invasión soviética que ocupó la década comprendida entre 1979 – 1989 comienza la historia de los talibanes, descendientes de aquellos que luchan en la guerra santa (muyahidines). Su poder aumentó de una manera exponencial lo que provocó que en el año 1996 llegaran a toma Kabul creando así por primera vez el Emirato Islámico de Afganistán, como nos relatan en el digital France24, un régimen teocrático que pronto captó la atención internacional por sus métodos de represión y gobierno sobre los afganos que se negaban a seguir los dogmas impuestos.
Hasta el año 2001 sus actos atroces vulnerando todos los derechos humanos no pasaron desapercibidos en el resto del mundo, se alzó la voz en contra de las prácticas inhumanas llevadas a término siendo condenadas desde el extranjero y levantando todas las alarmas.
En el año 2001 Afganistán sirvió como salvoconducto y campo de entrenamiento de algunos grupos terroristas como Al Qaeda, liderado por Osama Bin Laden, que pasó a la historia tras cometer los atentados contra las Torres Gemelas (Nueva York) y el Pentágono (Washington) el día 11 septiembre 2001. Este fue el detonante que precipitó la invasión de Afganistán tras la negativa del gobierno talibán a la entrega de Bin Laden.
Muchos militares talibanes tuvieron que huir y exiliarse en Pakistán, lo que provocó un periodo en el que se trató de estabilizar a Afganistán para convertirlo en una nació prooccidental y aliada, sin embargo las dificultades fueron muy grandes.
Bajo el mandato de Barack Obama se multiplico la presencia de soldados en el territorio pero el aumento norteamericano de costes se ve sobrepasado a niveles altos y la inseguridad se perpetua en el lugar ya que, los talibanes continúan aumentando su control en las zonas rurales.
A pesar de los esfuerzos realizados, incluso entrenando al ejército afgano en contra de los talibanes para poder abandonar progresivamente la nación, la salida de EEUU marcó la vuelta de los talibanes. En el año 2020 con Donald Trump se firmaron los acuerdos de Doha que garantizaban la salida del ejército estadounidense.
Con Joe Biden, se producía un auténtico colapso en la salida de las tropas occidentales cuando los talibanes tomaron Kabul semanas antes de la fecha planteada para su salida definitiva, 31 agosto 2021.
Los derechos humanos como moneda de cambio
La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue elaborada por representantes de todas las regiones del mundo, proclamada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, como un ideal común para todos los pueblos y naciones. Traducida a más de 500 idiomas se presentan por primera vez el conjunto de derechos que deben protegerse en todo el mundo.
El relator especial de las Naciones Unidas indica que Afganistán enfrenta una gama de desafíos de derechos humanos que impactan gravemente a la población. Richard Bennett señaló que los talibanes no han reconocido ni abordado la magnitud de los abusos de las garantías fundamentales, muchos de los cuales se cometen por su causa, concretamente “los talibanes se encuentran frente a una encrucijada: o la sociedad se vuelve más estable y todos los afganos disfrutan de la libertad y los derechos humanos, o se torna cada vez más restrictiva”, expresó.
En provincias del norte y Panjshir se registraron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad de facto y combatientes afiliados al Frente de Resistencia Nacional, un grupo antitalibán. Se reportaron denuncias cuya principal causa eran las violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, incluidos arrestos arbitrarios, ejecuciones extrajudiciales, tortura y desplazamiento forzado.
Existen informes de páginas ilimitadas en las que se relatan intimidaciones, hostigamiento, ataques, arrestos, asesinatos y desapariciones de periodistas, iscales, jueces y miembros de la sociedad civil.
Los talibanes en su llegada al poder expusieron su garantía en el respeto y la protección de los derechos humanos de todas las personas, incluidas las niñas y las mujeres, una promesa que rompieron desde el minuto uno.
Derechos en clave femenina
Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, nos expone su preocupación ante la llegada de los talibanes “décadas de progresos en igualdad de género y derechos de las mujeres desaparecieron en unos pocos meses. Debemos seguir actuando en conjunto, unidas y unidos, para continuar insistiendo en garantías de modo que se respete el amplio espectro de los derechos de las mujeres”.
La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) expresó profunda inquietud al anuncio de la autoridad de facto de ese país, de que las mujeres deben cubrirse el rostro en público y quedarse en sus casas, saliendo únicamente en casos de necesidad. La disposición también señala que si las mujeres contravienen la ordenanza, los hombres de sus familias serán castigados.
En el 2021 los talibanes tomaron el poder y aseguraban que todas las mujeres gozarían de sus libertades en el ámbito laboral, educativo y social. La realidad resultó ser muy diferente y sus derechos fundamentales se vieron atropellados por los talibanes.
En la actualidad el género femenino en Afganistán se encuentra carente de derechos naturales por lo que numerosas organizaciones, políticas, ayuntamientos y diputaciones de todo el mundo se han manifestado para profesar su profundo malestar con la situación que se vive en Afganistán.
Infierno talibán
Los despachos de prensa sobre la nueva normativa reportan que las mujeres deberán usar burkas que las cubran desde la cabeza hasta los pies, mostrando sólo los ojos, como tuvieron que hacerlo en el periodo en que los talibanes gobernaron el país, de 1996 a 2001.
Como desarrolla Amnistía Internacional en sus informes, el nuevo atropello contra las mujeres se suma al de no permitir que las niñas asistan a la escuela secundaria, en vigor desde septiembre pasado, poco después de que los talibanes tomaran el control del país. Con ese mandato, también se prohibió que las maestras regresaran a sus trabajos.
Esas medidas recibieron una amplia condena en todo el mundo y socavaron las promesas de los talibanes en el sentido de que seguirían estándares internacionales para establecer relaciones positivas en el plano global.
Además de eso, su trato hacia las mujeres afganas, que se vieron totalmente sometidas al poder talibán y perdieron prácticamente la totalidad de sus derechos, haciéndolas depender siempre de un hombre, también fue de sobra conocido.
Desde Amnistía Internacional se ha iniciado la campaña prohibido niñas con la que denuncia la vulneración de los derechos humanos de las infantes y mujeres como consecuencia de la toma de poder por los talibanes.
Junto con Amnistía Internacional, ADAVAS León, AISPAZ, HOAC León, Prometeo y Greenpeace León, han mostrado su profundo malestar con esta situación y han alzado la voz para que personas del ámbito político condenen dichos actos terroristas.
El Ayuntamiento de León, en su acta de la sesión ordinaria celebrada por el Pleno Municipal el día 28 de Julio de 2022 hace constar mediante declaración institucional su apoyo en la defensa de los derechos de las mujeres y niñas de Afganistán, poniendo de manifiesto la gravedad del asunto e instando a que la comunidad internacional apoye a las mujeres afganas y presione para que los talibanes respeten los derechos de las mujeres y niñas.
En el propio Ayuntamiento afirman que los derechos que se han conseguido durante los últimos 20 años están a punto de perderse y muestra su rechazo a las medidas que prohíben a las mujeres acudir al trabajo, a las infantes mayores de 12 años asistir a la escuela y la segregación por género en las universidades.
Desde León se realizan propuestas como asignar fondos específicos suficientes e implementar programas y proyectos de derechos a las mujeres, garantizar el reconocimiento de la condición de refugiadas, garantizar que la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) cuenta con los recursos, dotación personal y respaldo diplomático necesarios, entre otras.
Esta Declaración Institucional resultó aprobada por unanimidad.
La revolución de las mujeres
El fallecimiento de Mahsa Amini el 16 de septiembre, como nos indica RTVE, informes de médicos independientes indican que murió por golpes y no por enfermedades previas como se trasladó a la opinión pública por parte de las autoridades, ha supuesto todo un cambio en la lucha por los derechos de las mujeres en Afganistán.
La joven detenida por la policía de lo moral al llevar el velo caído por la calle ha sido el germen de todo un levantamiento de mujeres de todo el mundo que condenan la vulneración de los derechos de las mujeres.
Las primeras protestas en las calles iraníes dejan centenares de personas muertas como nos indican desde la ONG Iran Human Rights e incluyen un total de 19 menores. Desde el digital EITB nos exponen que hace dos días ha sido una de las jornadas más duras desde la muerte de Amini a la que se ha sumado la denuncia por asesinato de Sarina Esmailzadeh una manifestante de 16 años de edad.
El 4 de octubre durante el debate de las protestas en Irán, Abrir AlSahlani, europarlamentaria, cortó su cabello en la sede del Parlamento en Estrasburgo en señal de protesta y denuncia por la situación que sufren las mujeres. Este gesto ha creado una cadera de sororidad alrededor del mundo entero por el que miles de mujeres han cortado mechones de su cabello como muestra de apoyo a las mujeres y niñas de Afganistán.
Día Internacional de la Niña
Hoy, 11 de octubre de 2022, es el día Internacional de la niña. Una niña que nace con derechos que son inviolables. En Afganistán ha comenzado una revolución que traspasa fronteras y no va a cesar. La lucha por la libertad de expresión, de protesta y de vida no tiene fin. Mientras que una sola niña sufra privación de cualquiera de las libertades que le pertenecen no hay descanso en la sociedad.
Todas las personas debemos alzar la voz contra las injusticias del mundo o nos convertimos en cómplices de una masacre que pretende continuar con un sistema heteropatriarcal que priva de derechos a quiénes deben ser objeto de máxima protección.
La educación es un bien que nadie tiene derecho a quitarte. La educación te da alas, pensamiento crítico, gestión de recursos, empoderamiento, bienestar… Los menores son el futuro de la sociedad y las niñas son parte de él.
Excelente el artículo , “prohibido niñas”
No hay palabras , me ha dejado sin habla , felicidades a la autora
Gran artículo, excelente profesional, me ha gustado mucho el desarrollo y el enfoque,
Espero disfrutar de este tipo de artículos