La Ertzaintza abre diligencias contra dos hombres por maltratar a seis perros de caza en una finca rural de Urizaharra (Álava)
La Ertzaintza ha abierto diligencias en calidad de investigados a dos propietarios de seis perros en la localidad alavesa de Urizaharra, tras comprobar que los animales no recibían atención, ya que presentaban síntomas de desnutrición y heridas en el cuerpo, además de estar encadenados y no podían moverse libremente. Los seis perros han sido rescatados y puestos a disposición de una organización de protección animal.
Los agentes localizaron la semana pasada a los perros de caza al escuchar los aullidos de los animales cuando circulaban por un camino hacia Urizahar. Cuando los ertzainas se acercaron, observaron a varios perros atados a unas casetas de plástico y metálicas. Se encontraban a la vista del sol y casi sin agua ni comida, la falta de higiene era evidente.
Los animales estaban muy delgados y presentaban lesiones en la piel y en el cuerpo.
Los agentes identificaron a los perros con un lector de chips y, tras comunicarlos a sus propietarios, se pusieron en contacto con las autoridades competentes para que se hicieran cargo de los animales.
Como consecuencia de las gestiones realizadas por la Ertzaintza, se ha instruido un atestado policial por un presunto delito de abandono de animales, en el quea hay dos personas investigadas.
Los seis perros fueron trasladados a una organización de protección de animales para atender y posteriormente proteger a los veterinarios.
Recientemente se ha publicado en el BOPV la Ley 9/2022, de 30 de junio, de Protección de los Animales Domésticos, y plantea una protección integral sobre la salud animal y la tenencia y comercialización de animales. Esta nueva normativa establece que las administraciones públicas deben promover la protección, custodia y respeto de los animales, el buen trato a los animales y la lucha contra el abandono de animales y el maltrato animal.
La ley también subraya las obligaciones de los responsables o titulares de los animales: la adecuada conservación y la garantía de la libertad de movimiento, evitando sistemas sostenibles de contención; proporcionar agua y alimentación adecuada; mantenerse en buenas condiciones higiénico-sanitarias y proporcionar un alojamiento adecuado para el refugio; y la impartición de los tratamientos veterinarios preventivos que precisen.