Los gravísimos incidentes ocurridos esta madrugada durante las fiestas del municipio madrileño de Alcalá de Henares, con escenas propias de terrorismo urbano que han acabado con tres policías nacionales lesionados y desperfectos de consideración en varias furgonetas y coches oficiales, vuelven a poner de manifiesto la necesidad de adoptar medidas urgentes para hacer frente, con un endurecimiento del Código Penal, a la creciente agresividad y violencia que se manifiesta vinculada a determinados espacios de ocio por parte de quienes entienden el reducido reproche penal de estas conductas como un estímulo para llevarlas a cabo y poner en riesgo al resto de ciudadanos y a los profesionales de la seguridad pública, exponen desde la Confederación Española de Policía -CEP.
En este sentido, desde este sindicato reclaman al Gobierno y a los partidos políticos que impulsen una reforma del código penal para aumentar el castigo vinculado a los delitos de desórdenes públicos y de riña tumultuaria, que en el primero de los casos supone en este momento penas de prisión de seis meses a tres años (art. 557) -que se pueden aumentar al rango comprendido entre uno y seis años, en determinados casos- y en el segundo de tres meses a un año, siendo posible su sustitución por multa de seis a veinticuatro meses (art. 154).
Las riñas tumultuarias como las registradas esta pasada madrugada en Alcalá de Henares aseguran a sus protagonistas la impunidad total, conscientes de que es imposible que acaben en prisión por ello. En consecuencia, en CEP reclaman que se aumente la pena prevista hasta la horquilla comprendida entre seis meses y tres años y que la pena sustitutiva de multa se incremente al rango comprendido entre doce y veinticuatro meses. Para los desórdenes públicos, instan a la Fiscalía General del Estado que recuerde a todos sus miembros que en el caso de que se den las condiciones del artículo 557.bis del Código Penal para desórdenes públicos, como ocurrió esta madrugada, hay que instar medidas de prisión cuando se porten instrumentos peligrosos o se ponga en riesgo la vida de las personas, incluso causándoles lesiones.
Sobre lo sucedido en Alcalá de Henares, los ataques a los policías que intervenían para poner fin a las reyertas en el recinto ferial de las peñas se sucedieron durante horas, utilizando botellas, piedras, latas de bebida y otros objetos contundentes que, además, han puesto en peligro al resto de ciudadanos, miles de personas entre las que había menores de edad. Los grupos organizados de violentos -que tienen tal carácter porque siguieron actuando incluso después de desalojado el recinto ferial- han arrasado el mobiliario urbano, llegando a arrancar señales de tráfico y quemar contenedores, y han puesto en riesgo un servicio esencial, como es el transporte de cercanías de Renfe. Hechos de máxima gravedad que exigen una condena unánime, como la ya conocida del Ayuntamiento de esa ciudad.
Desde CEP agradecen el trabajo excepcional de sus compañeros de la Comisaría Local de la Policía nacional en Alcalá de Henares -para quienes ya reclamaban el 11 de julio, precisamente de cara a estas fiestas y anticipándose a incidentes como este, la compra y distribución de medios de protección en orden público- y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) desplegada. Todos ellos trabajaron durante horas y haciendo frente a una violencia propia de terroristas urbanos para restablecer el orden y evitar que unos cientos de incontrolados pudieran tener sometida a toda una ciudad, campando a sus anchas por ella mientras sembraban la violencia y los destrozos.
Los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria están aumentando de forma muy preocupante
Desde el CEP recuerdan que los balances estadísticos del Ministerio del Interior respaldan sus constantes avisos sobre los excesos de violencia que provoca el ocio, ya que los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria están aumentando de forma muy preocupante. En 2021 se registró la cifra más alta de estas infracciones penales en un periodo de seis años (20.252 a nivel nacional; 2.717 en la Comunidad de Madrid; y 66 en Alcalá de Henares) con una estadística que ya está por encima de los periodos prepandémicos y que, por tanto, descarta un aumento coyuntural.
Por lo que se refiere al primer semestre de 2022, a nivel nacional se han registrado ya el 61,02% del total de estos delitos contabilizados en todo 2021, por lo que es de prever que se pueda batir, tristemente, un nuevo récord histórico. También durante la primera mitad de este año, y en ese mismo tipo de delitos, la región de Madrid acumula ya el 57,8% de todos los ocurridos en 2021. Finalmente, Alcalá de Henares sigue la misma tónica, habiendo sido ya contabilizados en estos seis meses el 62,12% del total de esos delitos de todo 2021.
Remarcan que las escenas grabadas y difundidas en redes sociales, en cualquier caso, acreditan y respaldan también esta fotografía estadística y exigen más dureza por parte del legislador si queremos que las calles sean un lugar de convivencia pacífica y de respeto a los derechos de todos y no un escenario en el que determinados individuos arrasen el mobiliario y pongan en riesgo la integridad y la vida del resto de ciudadanos pacíficos
Es una pena que este gobierno y el.Ministerio del Interior e cabezado por su ministro.Fdo Marlaska no actúe con leyes más duras hacia estos grupos de Incotrolados.
Que se los lleven para sus casas. Una verguenza como ellos no tienen q hacerles frente el pueblo les importamos una mierda