Ciberdelincuentes se lanzan a la “caza” de refugiados ucranianos con fines de explotación sexual y laboral

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El movimiento de desplazados producto de la guerra desatada en Ucrania es ahora un caldo de cultivo para las mafias de la trata de personas, un crimen en el que se estima el 80% de las víctimas son mujeres y niños. Joanna Marking, responsable de un albergue para madres en la frontera ucraniana manifiesto durante un reportaje: “En esta situación hay un pequeño porcentaje de sujetos que hacen trata de personas, pedófilos u otros delincuentes, entonces quienes están sin apoyo y cansadas muchas veces se encuentran en situaciones de agotamiento y son vulnerables”.

El conflicto armado ya ha obligado a más de 8,7 millones de personas a abandonar el extenso país de Europa Oriental, según los datos extraídos hoy 06 de julio a las 15 horas GMT del portal que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lanzó para informar de la crisis humanitaria desatada, una cifra alarmante que acrecienta los niveles de riesgo en los grupos de mayor vulnerabilidad frente al delito.

Con corredores humanitarios en descontrol fomentados no solo por el temor o el deseo de la población de alejarse de las hostilidades, sino además por la imperiosa necesidad de aliviar la carencia económica y laboral que ha traído consigo la confrontación, se propicia el escenario perfecto para que la delincuencia y la ciberdelincuencia actué.

Esclavos en el siglo XXI

La trata de personas, denominada también como la esclavitud modera, es la captación de seres humanos, especialmente mujeres, niñas, niños y adolescentes, a través del engaño o la violencia, para ser trasladados a otro lugar con fines de explotación. Un acto ilícito que se evidencia de distintas formas, las más recurrentes son la explotación sexual, en donde las víctimas, muchas veces menores de edad, son obligadas a prostituirse en las calles, bares o nightclubs, para generar ingresos para los tratantes; y la explotación laboral, en donde estas redes criminales convencen a familiares o conocidos de que les den a sus hijos para, supuestamente, darles un mejor futuro, sin saber que serán esclavizados, trabajando sin pago y en condiciones inhumanas. Al mismo tiempo, esta red de mafias organizadas pueden controlar y abusar de los más indefensos como los niños y personas con discapacidad, obligándoles a pedir limosna en las calles, y en una de las peores expresiones de este ilícito, se facilita el robo de recién nacidos, para que luego sean vendidos de forma ilegal a una nueva familia.

Esta forma de criminalidad entiende muy bien que situaciones como las que vienen ocurriendo en Ucrania provee de víctimas que pueden seleccionar, y para captarlas, los tratantes hacen uso de falsas ofertas de trabajo que anuncian en paradas de autobús, medios de prensa e internet o, incluso, a través de agencias de empleo. Luego las obligan a trabajar sin garantías ni beneficios reconocidos.

Captación electrónica

Para Sara Bobadilla, educadora social de la Universidad de Barcelona, la trata de personas se encontraría en el nivel cuatro de la denominada deep web, que se divide en seis niveles, ordenados de menor a mayor según la dificultad de acceso y maldad en el contenido. Es el nivel cuatro el llamado charter web, una plataforma plagada de hackers y en él se encuentra el «mercado negro», una página de ventas online donde se venden cosas de lo más macabras, como órganos, y personas producto de la trata, además de sicarios, drogas y armas. Sin embargo, existe un medio que se encuentra más al alcance de cualquiera para realizar la captación de víctimas de tráfico humano, las redes sociales, que son utilizadas por los tratantes, quienes con una falsa identidad, contactan a sus posibles víctimas para ganar su confianza, engañarlas y aprovecharse de ellas. Facebook, MySpace, Skype, WhatsApp y Vkontakte (una especie de Facebook ruso) son las más recurrentes, aunque estos inescrupulosos también crean sus propias páginas web y portales donde publican las ofertas de trabajo con promesas plagadas de mentiras.

Señalar que Naciones Unidas en su informe global sobre trata del año 2020, ya advertía que durante el confinamiento, los traficantes recurrieron a herramientas online para perpetrar su delito al no conseguir llevar a cabo sus métodos de captación tradicionales, que implican un contacto más personal y directo.

El engaño de la guerra

La comunidad internacional ha puesto manos a la obra para asistir y ayudar a los desplazados por la guerra con alojamiento y traslados; no obstante, detrás de estas acciones de solidaridad se podrían ocultar mafias como las de la trata, y es en la red de redes en donde se viene engañando a los damnificados con promesas de vivienda, transporte y empleo.

Las autoridades alertan a tener cuidado con ofertas laborales sin remunerar a cambio de comida y hospedaje, facilitación del cruce de fronteras con documentos fraudulentos o, con ofrecimientos con argumentos como: “Te damos un apartamento pero tienes que limpiar y cuidar de mi”.

Hackathon contra los cibertratantes  

Para hacer frente a esta situación, en mayo del presente año la Plataforma Multidisciplinar Europea Contra las Amenazas Criminales (EMPACT), con la participación de 14 países de la Unión Europea, ejecutaron una acción conjunta de patrullaje virtual denominado ‘hackathon’ para la investigación y detección focalizada de redes criminales dedicadas al reclutamiento de refugiados ucranianos para la explotación sexual y laboral a través de sitios web y plataformas de redes sociales. Los esfuerzos fueron dirigidos a investigar publicaciones que ofrecen ayuda a los desplazados con movilidad, vivienda y trabajo. También, se realizó un seguimiento de páginas de citas y sitios web para reclutar empleados, así como plataformas en donde se ofrecen servicios sexuales.

125 fueron las plataformas monitoreadas, y entre los resultados que lograron obtenerse se encontraron 42 de estas como sitios online sospechoso ligados a la trata; asimismo, se identificaron 9 traficantes de personas, 9 víctimas y se iniciaron un total de 15 investigaciones. Los paises que participaron de esta intervención fueron Austria, Chipre, Dinamarca, Alemania, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Portugal, Rumanía, Eslovenia, España, Reino Unido y destacándose igualmente el rol operativo de la Europol.

Esta es sin duda, una novedosa megaoperación que debe replicarse en otras latitudes del mundo y que muestra la efectividad con la que pueden actuar de forma conjunta los países para erradicar el crimen y la ciberdelincuencia originada por la trata de personas.

Justicia en línea

Medidas que ayuden a consolidar una la labor de inteligencia en fuentes abiertas (OSINT) y operaciones encubiertas en línea, fomentan la investigación proactiva necesaria a nivel de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para combatir los ciberdelitos. La figura del agente encubierto informático se asoma como una solución acertada en la lucha contra conductas criminales como la trata de personas, y por tanto, cumplir un papel preventivo y adecuado para detectar y reprimir la delincuencia en la red.

Resaltar que el delito de trata de seres humanos definido en el artículo 177 bis del Código Penal Español y reformado por la LO 1/2015, de 30 de marzo, obliga a sancionar tantos delitos como víctimas haya en una determinado caso, con arreglo a las normas que regulan el concurso real. La pena establecida es de cinco a ocho años de prisión.

Autor: Sergio Daniel Huamán Farro

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