Radicales independentistas gallegos han sido los últimos protagonistas en montar un esperpéntico show al estilo proetarra prendiendo fuego a una bandera de España en pleno centro de Santiago de Compostela.
Las imágenes sobre de este delito de ultraje a la bandera que está lejos de ser considerado “libertad de expresión”, ha sido difundidas en redes sociales por el sector radical agrupado bajo el nombre Mocidade pola independencia. Los insurrectos no han dudado en difundir un álbum fotográfico inmortalizando el acto donde se observa a un grupo de encapuchados blandiendo una bengala con la cual destruyen una bandera de España con el escudo nacional.
El acto se sitúa el pasado 24 de julio sobre las 20:00 horas en la Plaza de Cervantes durante una manifestación donde se alentó a los presentes a “contactar con la organización, para organizarse y luchar” presuntamente contra las estructuras de ámbito nacional al grito: “A mocidade passa à ofenssiva”, (la juventud pasa a la ofensiva).
Este tipo de acciones son contempladas en el Código Penal (artículo 543) como “ofensas o ultrajes de palabra, por escrito o de hecho a España, a sus Comunidades Autónomas o a sus símbolos o emblemas, efectuados con publicidad”, contemplando un castigo de pena de multa de siete a doce meses.
Señores del @obloque, ¿la bandera que está perfectamente colocada en el suelo, es vuestra?
Según sentencia del @TConstitucionE resolvió por mayoría que incitar a prender fuego a la bandera de España no está amparado por el derecho a la libertad de expresión.
Lo que permite el PP pic.twitter.com/X5D13e4IYQ— VOX Pontevedra (@VoxPontevedra) July 27, 2022
Esta facción independentista incluso no dudó en compartir imágenes sobre la presencia de agentes de la Policía Nacional durante la marcha generando un clima de total impunidad ante sus seguidores que forma parte de su estrategia propagandística. Una marcha que precisamente ha sido autorizada previamente por parte de la Delegación del Gobierno y cuyas proclamas alentando a organizarse para atentar contra los poderes del Estado son una tónica habitual formando parte de este particular modus operandi considerado por los profesionales de la seguridad como el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de grupos con capacidad de militarizarse pudiendo tener el objetivo y capacidad de cometer atentados en un futuro no muy lejano.
“Fuego a lo que nos quema, un estado cimentado en la corrupción y la dictadura del capital. La juventud lo tenemos claro, nos desgajaremos de un Estado que niegue nuestros derechos nacionales y de clase. ¡Viva Galicia Libre!”, ha sido el texto que acompañaba las imágenes de la quema en redes sociales por parte de los militantes independentistas.
Desta volta @saletal_ tráennos a súa reportaxe sobre a manifestación da mocidade independentista.
Querémolo todo, non as pequenas migallas que nos deixa o capital.
➡️Recuperemos as rúas para termos futuro. A mocidade pasando á ofensiva pic.twitter.com/z4XbqO9bKx
— MpI (Mocidade pola independência) (@mpigaliza) July 28, 2022
En relación a este tipo de actos se pronunció el pasado 15 de diciembre de 2020 el Tribunal Constitucional desestimando el recurso de un dirigente de la Confederación Intersindical Galega (CIG), que instó a quemar la “puta bandera” de España, durante una manifestación ante el Arsenal Militar de Ferrol (A Coruña) en 2014 reafirmando así que no se contempla una actuación amparada por la libertad de expresión y, por tanto, es considerado delito. El individuo en cuestión fue condenado al pago de una multa de 1.260 euros como autor de un delito de ultraje a la bandera en una sentencia que fue ratificada por la Audiencia Provincial de A Coruña.
La de hostias q necesitan esa panda de paletos.