Con una pitada y abucheos. Así han recibido este viernes al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la jura de nuevos policías de la escala básica en Ávila.
Hay ocasiones en las que el como y cuando realizar una “pitada” a un cargo público lleva a cuestionar el derecho a la libertad de expresión frente a la falta de respeto. Esa ha sido la polémica de este viernes surgida sobre la pista de atletismo de la Escuela Nacional de Policía durante un acto emotivo para 2.523 nuevos policías, sus familiares y personas cercanas que los acompañaban durante un día muy especial para ellos.
“Espero que os dejen disfrutar y disfrutéis de este acto. Porque este acto es solo de los 2523 Policías Nacionales que habéis accedido a la escala básica de la Policía Nacional. Que nadie os lo quite. Que suenen estos aplausos no por el ministro del Interior, que suenen estos aplausos por los 2523 nuevos policías”, manifestó Grande-Marlaska.
A preguntas de la prensa, el ministro ha asegurado que “acepta todo” aunque en su opinión han sido “poquitos” los pitos. “Lo importante han sido todos los aplausos que han acallado esos pitos”, ha señalado.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha restado importancia a los pitos que se han oído este viernes durante su discurso en la jura de nuevos policías en Ávila y ha atribuido la “falsa polémica” sobre la mención a los piolines a la “vergüenza” del Partido Popular por las condiciones en la que alojó a los agentes en barcos durante el referéndum del 1-O.
Grande-Marlaska ha desvinculado las quejas de un sector del público en el acto de Ávila con las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el “envío de piolines” durante el 1-O. “Son polémicas falsas y que yo rápidamente respondí”, ha comentado, atribuyendo esa polémica al PP, que “todavía se siente culpable por lo que hizo con la Policía durante siete años”.
“Recordamos todos las imágenes. Son unos barcos en el Puerto de Barcelona donde nuestros hombres y mujeres, en unos momentos difíciles que se les exigía un plus de esfuerzo y exigencia, no fueron tratados con la dignidad necesaria que les debe tratar su Gobierno, como representante de la sociedad española”, ha continuado.
El ministro ha comparado esta situación con los barcos con dibujos de Piolín y otros muñecos infantiles con las condiciones para el dispositivo policial enviado ya con el Gobierno de Pedro Sánchez en octubre de 2019, coincidiendo con la sentencia del 1-O, donde tuvieron “todos los medios, comodidades y necesidades cubiertas”.
Reiterando lo que ha dicho al término de su discurso en la escuela de policías de Ávila, el titular del Interior ha indicado que esos aplausos en medio de su discurso no han sido dirigidos a él, “sino a los que han aprobado” el acceso al cuerpo. “Hoy es su día, es su fiesta”, ha dicho en referencia a los nuevos agentes.
El ministro ha sido aplaudido cuando se ha referido a la presencia femenina y a la mejora de las retribuciones salariales.
De hecho, antes de mandar firmes y de los vivas a España, el Rey y la Policía Nacional, Grande-Marlaska ha concluido su discurso refiriéndose a uno de esos aplausos, diciendo que él interpretaba que no iban dirigidos al ministro sino a los 2.523 nuevos policías. “Espero que os dejen disfrutar de este acto”, ha dicho.
Jajajaa No, los pitidos y abucheos estaban dirigidos a mi. Menuda cara dura q tiene el tipo. Como no se los merece, verdad?