Ayer, los funcionarios del centro penitenciario de Logroño, conocieron por sorpresa que un interno que había protagonizado un grave incidente en este centro volvía sin que se hubiera comunicado previamente a los trabajadores.
Desde ACAIP-UGT, denuncian una nueva falta de respeto de la administración hacia sus trabajadores por este hecho. Recuerdan que, en septiembre de 2020, este interno atacó de forma salvaje a un trabajador de la prisión riojana, una situación muy grave que fue solventada gracias a la rápida intervención de otros compañeros que evitaron males mayores.
Ayer volvía al centro sin que los trabajadores fueran informados
Hay varias cosas que han indignado a los funcionarios de este centro penitenciario, como la falta de empatía de la dirección del centro al no advertir que este reo retornaba a la prisión para asistir a juicio. Además, después de haber protagonizado graves incidentes en el centro y de haber agredido brutalmente a un trabajador, su regreso se produce en un régimen de vida ordinario, sin restricciones regimentales, y con actitud prepotente a sabiendas de que sus acciones apenas han tenido consecuencias disciplinarias.
Una vez que se produjo la agresión en Logroño, fue trasladado en primer grado, régimen de vida que se impone a los presos más peligrosos e inadaptados, al centro penitenciario de Teixeiro, sin embargo, ha vuelto en segundo grado y sin advertir a los trabajadores a pesar de los antecedentes de comportamiento mostrados.
En esta ocasión ha vuelto al centro para asistir al juicio por las amenazas vertidas contra los funcionarios, la agresión que cometió contra los trabajadores sigue en instrucción judicial, es cuanto menos sorprendente que siendo juzgado por delitos cometidos en la prisión contra trabajadores de la misma, la administración permita este traslado en lugar de buscar alternativas que no volvieran a poner al agresor frente a la víctima.
“No tiene explicación que cuando el reo se enfrenta a estos hechos, sea custodiado por aquellos a quienes amenazó, insultó y agredió”. “Los trabajadores reciben una doble agresión, la primera, la perpetrada por el interno en 2020 y ahora la de la administración por esta falta de respeto que, además, pone en riesgo su integridad física tal y como los antecedentes del interno evidencian”, expresan desde ACAIP-UGT.
Este sindicato solicita que cuando un interno potencialmente agresivo sea trasladado debe informarse debidamente a los trabajadores que se encarguen de su ingreso, así como de articular medidas para que un preso que ha agredido a un empleado público de un centro penitenciario no regrese al mismo centro o, en su caso, lo haga con las medidas regimentales adecuadas para evitar nuevas agresiones y actitudes violentas.