Este jueves, 17 de febrero, se ha cumplido el 25 aniversario del fallecimiento del agente de la Policía Nacional Modesto Rico Pasarín asesinado por ETA en Bilbao 1997. Murió al estallar una bomba colocada en su coche, bajo un asiento.
Modesto Rico era un joven de Barakaldo que en 1989 ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía y pertenecía a la escala básica. Trabajaba en la Audiencia Provincial de Vizcaya. Fue a vivir al barrio bilbaíno de Santutxu.
El 17 de febrero de 1997 los terroristas hacían estallar una bomba lapa que habían colocado en el interior de su automóvil. Revisar los bajos del coche era la tónica habitual durante los “años de plomo” de miles de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad además de otros cuerpos y civiles amenazados por ETA. Sin embargo, esta vez no sirvió de nada. La deflagración se produjo a las 9:00 de la mañana, cuando los niños de un colegio cercano acababan de entrar a clase.
El etarra Pedro del Hoyo Hernández fue condenado a una pena de 30 años de prisión mayor. Además, debía indemnizar a los herederos de la víctima. Falleció el 31 de julio de 2017 tras sufrir un infarto mientras practicaba boxeo en la prisión de Badajoz, donde cumplía condena.