Hacía mucho que las instituciones de la UE, los Estados Unidos de América, y resto de los países que forman la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) no tenían tanto trabajo encima de la mesa para dar respuesta a un conflicto que se presume tanto inminente como peligroso para la salud y estabilidad democrática de un tercero, Ucrania, amenazado por la que fue la principal cabeza visible y fundadora del Pacto de Varsovia, ya disuelto, la URSS.
Con estos tres protagonistas del conflicto, por un lado, la OTAN, con la principal premisa de la defensa colectiva de todos sus miembros, compuesta por 30 países encabezados por EEUU.
Por otro lado, Rusia, libre y soberano, con intención manifiesta de influir en el mando y decisiones del gobierno ucraniano a favor de una política prorrusa y así evitar, entre otras demandas, la adhesión de Ucrania a la OTAN, asegurar la península de Crimea y su perímetro, así como fortalecer sus fronteras ante el avance político y territorial de la organización militar mas potente del mundo, la OTAN, a la que España se adhirió en 1982.
Y en el medio de ambos Ucrania, libre, soberano y democrático, con intención manifiesta de adhesión a la OTAN.
Dejando a un lado el ámbito geopolítico habiendo presentado a sus ya muy conocidos protagonistas, y mirando más al ámbito policial-militar, durante estos últimos meses ambas partes han formado, entrenado, movilizado, y preparado a sus ejércitos para un conflicto bélico que recuerda, con estos protagonistas, características y terreno, una Segunda Guerra Fría, si podemos afirmar que la primera se dio realmente por finalizada.
Pero, ¿qué papel desarrolla un cuerpo policial de un país seriamente amenazo por un conflicto de estas magnitudes?
La historia nos dice que, si hay un cuerpo policial famoso en tiempo de conflicto bélico, ese fue la Gestapo de la Alemania Nazi, Geheime Staatspolizei, formada por oficiales de policía de carrera y profesionales del Derecho.
La función de la Gestapo era la de investigar y combatir «todas las tendencias peligrosas para el Estado», como la traición, el espionaje o el sabotaje. Finalmente, disuelta y declarada organización criminal en los juicios de Núremberg. Afortunadamente las policías europeas, eficaces en sus cometidos y valoradas en el seno de la ciudadanía nada que tiene que ver con esta última, prohibida en Alemania desde aquel entonces enjuiciamiento.
Actualmente lo primero es conocer las competencias de ese cuerpo policial en su territorio soberano.
Aquí en España, la Policía Nacional, dependiente del Ministerio del Interior, siendo un instituto armado de naturaleza civil, con estructura jerarquizada, con la misión de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana, con ámbito de actuación en todo el territorio nacional, como así describe la Ley Orgánica 9/2015, de 28 de julio, de Régimen de Personal de la Policía Nacional, mientras las Fuerzas Armadas Españolas son las encargadas de garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Formadas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire que trabajan bajo la dirección operativa del Estado Mayor de la Defensa, dependientes del Ministerio de Defensa.
Podríamos decir, de manera resumida y coloquial, que en las etapas previas a un conflicto bélico las Fuerzas armadas defenderían las fronteras, así como la Policía, en colaboración con otras organismos e instituciones resolverían tareas de ayuda y apoyo visible a la ciudadanía, así como la colaboración en materia de inteligencia con las fuerzas Armadas y el Centro Nacional de Inteligencia, en un intercambio continuo de análisis de amenazas y respuestas a estas dentro y fuera de las fronteras, como ya ocurrió en el atentado del 11 de marzo de 2004, en la estación de Atocha de Madrid.
Tanto los meses previos como los meses posteriores del trágico suceso el intercambio de información fue constante, aunque no con el mejor de los resultados, como así manifestó reciénteme el antiguo director de los Servicios de Inteligencia Españoles, Alberto Saiz, en una entrevista concedida en una cadena de televisión española.
Por otro lado, el Cuerpo Nacional de Policía también tiene tareas de músculo, que no son baladí, como la de vigilar y proteger los edificios e instalaciones públicos que lo requieran, velar por la protección y seguridad de altas personalidades y mantener y restablecer, en su caso, el orden y la seguridad ciudadana, y por supuesto, colaborar y prestar auxilio a las Policías de otros países, conforme a lo establecido en los Tratados o Acuerdos Internacionales sobre las Leyes, bajo la superior dirección del Ministerio del Interior, lo cual incluye la adhesión firmada al la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
