Hoy se cumplen 25 y 30 años de los asesinatos de la banda terrorista ETA hacia dos militares, el comandante Arturo Anguera Vallés y el teniente coronel del Ejército de Tierra Jesús Agustín Cuesta Abril.
Arturo Anguera Vallés
Arturo Anguera Vallés fue la primera víctima mortal de ETA del año 1992, el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Ese año ETA asesinaría a 25 persona más.
El comandante fue acribillado a balazos en el vehículo en el que se desplazaba junto al teniente Luis Javier Bellota Aznar y al soldado Jaime Amposta Masdeu, que hacía de chófer.
Cuando el vehículo circulaba por la calle Palaudarias, sobre las 14:45 horas, dos miembros de ETA saltaron a la calzada y dispararon hasta 26 tiros contra el vehículo y sus ocupantes.
El comandante Arturo Anguera Vallés falleció y el teniente y el soldado fueron heridos, éste último de gravedad en el tórax y abdomen.
Fue enterrado en su localidad natal, Tortosa, donde pusieron su nombre a una calle.
Arturo Anguera Vallés era el máximo responsable del sector militar aéreo del aeropuerto de Barcelona. Además, era primo del diputado del Partido Popular Juan Manuel Fabra.
El atentado se perpetró solo dos días después de que se conociera la existencia de un informe de la Secretaría de Estado para la Seguridad en el que se advertía de que las Fuerzas Armadas serían los principales objetivos de los terroristas en el año 1992, coincidiendo con las celebraciones de la Exposición Universal de Sevilla, el V Centenario del Descubrimiento de América, la Capitalidad Cultural Europea de Madrid y los Juegos Olímpicos de Barcelona.
Jesús Agustín Cuesta Abril
Hacia las 15.00 del 8 de enero de 1997, el teniente coronel del Ejército de Tierra Jesús Agustín Cuesta Abril, que se dirigía hacia su domicilio en el barrio de La Estrella, bajó del vehículo oficial, cuando fue sorprendido por dos terroristas de ETA. A cara descubierta, uno de ellos le disparó tres tiros en la nuca y acto seguido el otro etarra le remató con un disparo en el mentón.
También dispararon al soldado Alberto Asensio, que hacía de chófer, si bien, por suerte no fue alcanzado.
Varias personas sufrieron heridas de distinta gravedad cuando los terroristas hicieron explosionar el vehículo en el que se dieron a la fuga.
Jesús Agustín Cuesta Abril era natural de Madrid, tenía 49 años, estaba casado y tenía dos hijos de nueve y diez años. Tenía un currículo excelente. Era licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas, y hablaba varios idiomas, de ahí que estuviera barajando la posibilidad de aceptar la oferta de trasladarse a Estados Unidos para impartir varios cursos.
Ni olvido ni perdón.
ETA .. además de asesinos…. COBARDES….asesinaban con bombas trampa i tiros en la nuca…no cabe mayor cobardía
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