La delegación de la asociación de trabajadores penitenciarios Tu Abandono Me Puede Matar del Centro Penitenciario de Villena (TAMPM) informa que el escándalo de la supuesta agresión a la Subdirectora de seguridad de la misma a manos de unos encapuchados, por la que en la actualidad está siendo investigada por presunta simulación de delito, sigue coleando y arrojando hasta el momento, tres ceses y una jubilación.
Poco después de saltar el escándalo y de filtrarse a los medios un vídeo interno de la prisión, de la reducción de un interno muy peligroso por tres funcionarios, tuvo lugar el primer cese, Cristina Sánchez, jefa de prensa y persona cercana al ministro Marlaska. Y es que la crisis de Villena dejó en evidencia al escala de mandos de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que comprometió la figura del Ministro del Interior, el cual tomó decisiones por las informaciones que el eran facilitadas “desde abajo”.
Semanas más tarde y una vez abierta la causa por la policía judicial contra la Subdirectora, en la que también se ha personado esta asociación, fue cesada del cargo y ha vuelto a su puesto de origen, encontrándose a la espera del desarrollo de la investigación.
Y es que la entonces Subdirectora denunció una agresión por varios encapuchados que la presionaban para no declarar contra tres funcionarios que participaron en le reducción del interno muy peligroso que se filtró a los medios, y que, además, denunció haber recibido SMS´s amenazantes provenientes de algún miembro de la asociación y el robo previo de su móvil.
“Al parecer y según las investigaciones los SMS´s fueron enviados desde un terminal a su nombre”.
La escalada no cesa ahí, dos días antes de acabar el año, se conoció el cese de un histórico de la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias, el Subdirector de Inspección Penitenciaria: J.M. Perez Peña, “un viejo conocido de los trabajadores de la institución, que es el cargo más antiguo de la misma y que a lo largo del mismo ha demostrado tener una especial animadversión contra los mismos“. TAMPM remarca que en su cese pueden haber pesado tanto la filtración del video interno a los medios como la suspensión provisional de empleo y sueldo de dos de los compañeros que participaron en la reducción, basándose en una presunción de culpabilidad como es el hecho de que no se pudiese descartar la participación de los mismos en la supuesta agresión de los encapuchados a la subdirectora y de mantenerse la suspensión a pesar del cambio de rumbo de las investigaciones.
El nuevo subdirector de Inspección es el actual subdirector de tratamiento del CIS de Granada, Máximo Martínez Bernal de 49 años. De inicio es de un perfil muy diferente al del cesado. Jurista de Instituciones Penitenciarias desde los 35 años, muy cercano al Secretario General y defensor a ultranza de sus políticas. “Ha desarrollado, a lo largo de su carrera, el cargo de subdirector de tratamiento en centros de inserción en Ceuta y Granada, es decir centros con internos en tercer grado o de escasa peligrosidad y nunca ha ostentado el cargo de Director”.
Además de dichos cargos, Máximo Martínez Bernal, ha impartido cursos internos, cursos para la UNED y charlas en países en vías de desarrollo sobre el sistema penitenciario español.
A mayores, se ha conocido en el Centro Penitenciario la noticia del la jubilación en Enero del Director de la prisión, Feliciano Crelgo Pelaz. El director había manifestado la prolongación de la jubilación y el mantenimiento, sin embargo TAMPM informa de lo contrario. “El director ha sido objeto de polémica por la continua desprotección de los trabajadores del centro frente a la agresividad de los internos más peligrosos y el apoyo a estos últimos, siguiendo las directrices Buenistas provenientes de Madrid y que convertían a dichos trabajadores en meros sparrings, sin protección alguna por parte del centro y sin que los internos sufriesen reproche penal o administrativo alguno”.
Desde esta asociación informan que la noticia ha alegrado en general a la plantilla, que confía en tener mayor apoyo a su difícil trabajo por parte del próximo designado para el cargo.