Con la llegada del invierno y el aumento continuo de los precios de la electricidad (hasta los 327 euros MW/hora de hoy), el sindicato UGT exige medidas de calado para evitar que la mayor parte de la ciudadanía no pueda mantener sus viviendas a una temperatura adecuada o no pueda pagar sus facturas, como una reforma de la política fiscal energética o la automatización del bono social energético para que llegue a más personas.
Con motivo del día de ayer, 21 de diciembre, día en el que comienza la estación del invierno, la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores considera imprescindible adoptar medidas de mayor impacto que combatan y erradiquen la pobreza energética, con el fin de no condenar a las personas de este país a la más completa falta de suministro vital. Con la llegada del invierno, la bajada de las temperaturas aumentará el consumo de energía eléctrica y gas natural, momentos críticos en los que habitualmente se nos muestra con toda su crudeza las numerosas situaciones de pobreza energética y sus consecuencias.
Para UGT, el aumento del consumo, unido a los continuos incrementos del precio medio de la electricidad, hará que muchas personas no puedan mantener sus viviendas a una temperatura adecuada, o no puedan pagar sus facturas energéticas. Según datos publicados en noviembre por Eurostat, España era en 2020 el sexto país europeo con más hogares con problemas para mantener su hogar caliente, por delante de Bulgaria, Lituania, Chipre, Portugal y Grecia; y el 9,6% de los hogares sufrían retrasos en el pago de sus facturas.
Diciembre está siendo también un mes marcado por una gran volatilidad, el precio del megavatio hora (MWh) según los datos publicados por el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE) ha alcanzado en el día de hoy los 327 euros el MW/h de media en España, con picos de hasta los 370 euros. Unas subidas que está teniendo su repercusión en el Índice de Precios de Consumo (IPC) que ha alcanzado en el mes de noviembre una tasa intermensual del 0,3% y una tasa interanual del 5,5%, su nivel más alto en 29 años, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Medidas de calado
Por ello, el sindicato reclama acometer ya una reforma de la política fiscal energética definitiva, ya que el próximo 31 de diciembre finalizan las medidas temporales de reducción del IVA y del Impuesto sobre la Energía Eléctrica (IEE), así como de la suspensión del Impuesto sobre el Valor de Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE).
Ahora, más que nunca, el Gobierno debe cumplir con los compromisos plasmados en la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética (ENPE) 2019-2024, en la que se establecía un sistema robusto de seguimiento de los cuatro indicadores (gasto desproporcionado de energía en los hogares, pobreza energética escondida (que implica un gasto energético absoluto inferior a la mitad de la mediana nacional), porcentaje de hogares que sufren retrasos en el pago de las facturas y los que no pueden mantener su vivienda a una temperatura adecuada), mediante la elaboración de un informe anual antes del 15 de octubre de cada año. Por tanto, se acumulan dos meses de retraso en la actualización de los indicadores de 2020, un año crítico marcado por la crisis energética global, y cuyo análisis resulta imprescindible para adoptar las medidas oportunas.
Además, la tramitación del bono social eléctrico y térmico tiene un farragoso trámite burocrático, que hace que muchos hogares no lo disfruten pese a tener derecho a él, por lo que UGT considera imprescindible la automatización de un nuevo bono social energético que contempla la propia Estrategia contra la Pobreza Energética.