El humor de Alberto, un policía español

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El humor es un arte, que no le quepa duda a nadie.

El humor y sus formas, como es natural, están en continua evolución.

Recordamos al grande entre los grandes, GILA en mayúsculas, que consiguió hacernos sonreír con la guerra, en una España que empezaba a superar la suya. Un teléfono y una ropa holgada de militar le bastaban. Hacer de la tragedia humor, en un país que levantaba la cabeza, siempre será el maestro.

Aparecieron otros, yo recuerdo a Eugenio, mismo estilo diferente metódica. Sólo necesitaba un cigarro, es el humor absurdo. Una frase inicial pegadiza “saben aquel que diu…”, le servía para no cansarnos con sus chistes.

El humor evolucionó hasta época actual, todo humor merece mis respetos.

Aparecieron los Sardá, Jesús Quintero … que buscaron personajes un tanto grotescos, se reían de su fingida idiotez, haciéndose pasar por artistas. Era un humor en el que no tenías que pensar, solo reír. Un humor de cómic traído a la realidad, todos recordamos a personajes Como “Pozi, el cuñao …”

Otros basaron su humor en pequeñas obras de teatro y sus grandes imitaciones. ¿Quién no recuerda una Noche Vieja con Martes y Trece? o los Morancos.

Podría seguir, folios y folios con grandes artistas del humor, con quienes todos estamos en deuda, les debemos una sonrisa y eso es difícil de conseguir.

Para mi es un orgullo terminar hablando de un compañero, es el final de una evolución.

No quiero presentarlo como el más grande, me acusaríais de corporativista. Pero no puedo menos, su estilo es inimitable; frases inconexas, argumentaciones simples, crítica y acoso al diferente, insulto repetitivo y fácil, “fascista”.

Su humor se centra hablar de opresión desde la libertad de expresión. Hablar del fascismo en un Estado con una Constitución y sus amplias libertades. Nos hace ver que vive bajo un fascismo trasnochado, de otra época en la que no vivió, pero lo parece. Es el humor mas sencillo, todo se reduce a la tontería, es el absurdo evolucionado. Le basta una cámara de móvil y su cara para decir lo que le venga en gana, aprovechándose de la difusión en las redes sociales.

Sin más, os presento a mi compañero, un policía español llamado ALBERTO, al que también pongo también en mayúsculas, y ruego perdonen no escriba su apellido, pues desea permanecer en el anonimato, no quiere llegar a la política (ser “fichado” por un partido) ni mucho menos, solo desea… hacernos reír.

Editorial Periódico Digital PolicíaH50

 

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