El informe de siniestralidad correspondiente al presente año detalla que más del 40% de los accidentes que sufren los guardias civiles, son consecuencia de agresiones físicas
Según la asociación AUGC, lejos de solucionarse, el problema va a peor, como se comprueba a la luz de dicho informe. Cada semana, los guardias civiles se convierten en el blanco de los delincuentes, que saben lo barato que les sale agredir a un trabajador de la seguridad pública.
Detalla la citada asociación, que las agresiones son cada vez más frecuentes en zonas azotadas por el narcotráfico, como las provincias de Cádiz y Málaga, o en territorios fronterizos, como Ceuta y Melilla, pero que se extienden también por el resto de España.
Denuncian que las agresiones suponen un gran daño para los guardias civiles y sus familiares. No sólo desde el punto de vista físico, sino también psicológico e incluso económico, ya que los periodos de baja suelen comportar una merma en sus nóminas.
Por ello reclaman que se acometan lo más pronto posible las modificaciones necesarias en el Código Penal para aumentar las penas por este tipo de agresiones contra agentes de la autoridad.