El día 27 de noviembre no será un día cualquiera, marcará un antes y un después en la Policía y Guardia Civil. Será la manifestación más numerosa de los integrantes de todos los colectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, incluidas las policías autonómicas y locales. También una buena parte de Asociaciones se unirán a dicha manifestación que se celebrará en Madrid. Las más de cuarenta organizaciones convocantes, entre ellas SUP, AUGC, SPP, estiman que contarán con la presencia de más de cien mil personas, cifra que preveo que se va a quedar muy corta, dado que igualmente se han unido partidos políticos como el PP, VOX y CS, que ya algunos definen como el centro derecha, aunque ocultan intencionadamente que parte de los sindicatos convocantes tienen una tendencia de izquierdas. De ahí que, aunque lo intentarán, ya no podrán manipular a su antojo la manifestación como una protesta de la “derechona” ¡Es falso!
El motivo de las movilizaciones y de la manifestación de este sábado es la pretendida reforma de la Ley Orgánica de Seguridad de protección de la Seguridad Ciudadana (Ley Mordaza), instada por el gobierno con el apoyo de independentistas, filoetarras y comunistas que de aprobarse conlleva la “Inseguridad de los Ciudadanos Españoles”, con su consiguiente alarmismo, incluido el desmantelamiento y posterior expulsión de la policía en Cataluña, como ya ERC se jacta de anunciar la no inyectarse dinero para la reforma de la Jefatura Superior Policía de Cataluña. Pero analicemos algunas de las consecuencias de la reforma, cuya consulta se ha hurtado a los representantes de los sindicatos policiales:
a) Reducción del tiempo de identificación de un detenido de 6 a 2 horas, con devolución del mismo al punto en que se produjo, que especialmente de comisarías y cuarteles de pequeñas ciudades se hace un imposible;
b) Limitación de los cacheos en los registros, siendo en muchos casos imprescindibles para evitar que entre la ropa se puedan esconder armas, explosivos o sustancias estupefacientes;
c) Las protestas espontáneas ya no serán ilegales y serán permitidas, impidiendo a los servidores públicos en detrimento de los ciudadanos adoptar un dispositivo de seguridad mínimo;
d) Prohibición de la utilización de las pelotas de goma, poniendo en situación de grave peligro a los policías y guardias civiles, así como a los ciudadanos, ante la presencia de violentos en las manifestaciones y protestas callejeras con utilización de artefactos incendiarios, adoquines, vallas metálicas, barras de hierro y hasta bombas de palenque, como ya ocurrió en Cataluña y en otras ciudades recientemente. También por orden de la vicepresidenta Yolanda Díaz se han retirado las tanquetas;
e) Imágenes tomadas a las policías y guardias civiles en el ejercicio de sus funciones. Es decir, si triunfa la reforma los fascistas, totalitarios, proetarras o radicales de todo tipo podrán tomar imágenes de las caras de los trabajadores policiales que desempeñan su trabajo cumpliendo órdenes del gobierno, pero tanto ellos como sus familias quedaran expuestos y señalados a los ojos de los demás, cuando no son actores, ni personajes públicos, son trabajadores públicos que garantizan los derechos y libertades de los ciudadanos ¿Por qué no se dota a los policías de una cámara de pecho para grabar sus actuaciones?, por menos de 100 euros se pueden comprar en el mercado, como han hecho en otros países;
f) Se retira la presunción de veracidad de los policías en sus actuaciones, pero se mantiene la de los médicos, profesores, enfermeras y demás funcionarios, con motivo de las agresiones que pudieran sufrir durante su trabajo, circunstancia más que razonable, pero si un policía es agredido con una piedra o le propinan una paliza, su palabra no tendrá presunción de veracidad. Podría continuar con las infracciones económicas y un largo etcétera, pero ya no produce rareza alguna para un gobierno que ha sido reprobado en un año hasta tres veces por el Tribunal Constitucional por incumplir manifiestamente la Ley, cuando la seguridad ciudadana se configura como uno de los elemento esenciales en un Estado de Derecho.
En fin, ya me recojo, no sin antes advertir que si se limita la acción de las policías a la mera presencia en las calles sin posibilidad alguna de actuación, lo único que se conseguirá es que dejen de ser policías y pasen a ser unos simples funcionarios que protegen su puesto de trabajo, obviando lo visible para no poner en peligro su medio de vida. Lo malo es que se romperá el contrato social, donde el Estado ya no garantizará la seguridad ciudadana y proliferarán los movimientos violentos que se aprovecharán de este vacío para imponer su ley, la ley de la jungla. Los ciudadanos se convertirán en las auténticas víctimas de la dictadura que ejercerán los violentos, puesto que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad no dispondrán de las herramientas legales para hacerles frente. Por todo ello, hay que seguir luchando, como decía Samuel Johnson “El éxito en la vida consiste en seguir SIEMPRE ADELANTE”.
Autor: Manuel Novás Caamaño | Abogado, exPresidente Nacional del SPP