Esto debería cambiar. Vivir felices, significa vivir seguros. Parece un caso baladí, pero no lo es. Nos creemos inmunes a la acción delincuencial. Tendemos a pensar que a nosotros nunca nos tocará, pero ¡toca!
Contamos con unas de las policías más eficientes de Europa, que no les quepa la mayor duda, pero carecen del don de la omnipresencia, de momento… Cada vez más se reduce el número de patrullas en nuestras calles, debido a los recortes en seguridad, muchas veces subestimada por nuestros dirigentes políticos. Custodiar todos los rincones de la ciudad, se convierte en toda una quimera.
En nuestro país se produce un robo en vivienda cada dos minutos
Contratar seguridad privada en la urbanización, instalar vídeoporteros, sistemas de alarmas o cámaras de vigilancia son medidas de seguridad que, a buen seguro, redundan en la seguridad de nuestros hogares. Pero a tenor de las estadísticas, no son suficientes.
¿ Qué pasa con las puertas de nuestras casas? ¿Dotamos a nuestros hogares de puertas seguras?
Es imposible garantizar la seguridad de nuestros hogares con simples puertas de conglomerado. El “chorizo” menos avispado las abrirá en menos de tres minutos. En este tipo de delitos, el tiempo es oro, y el delincuente lo sabe.
La instalación de una puerta acorazada dotada con una cerradura de seguridad puede ser una solución infalible para que el ladrón ni tan si quiera se plantee asaltar nuestra casa. Aunque ninguna puerta es infranqueable, una puerta acorazada siempre opondrá “mayor resistencia” y pocos delincuentes aceptarán el envite.
Un delincuente tarda menos de tres minutos en abrir una puerta convencional
Lo cierto es que, si contamos con una puerta de seguridad, un agresor experimentado necesitará emplear más tiempo, altos conocimientos técnicos, conocer la fabricación de ese modelo de puerta en concreto y disponer de herramientas eficaces; además, necesitará mayor aislamiento para hacer ruido y la suerte de no ser pillado.
¿Qué son puertas acorazadas?
Se trata de puertas de alta seguridad resistentes al llamado “bumping“ (sobres sus cerraduras), al apalancamiento, al asalto con ganzúa y al uso de taladros. Tanto el marco como la hoja son íntegramente de aceros.
Las bisagras van soldadas a una pletina metálica de al menos dos milímetros de espesor, tanto en la hoja como en el marco, lo que impide ser apalancadas. Al contrario de las puertas blindadas que van atornilladas directamente a la madera, siendo el nivel de protección menor.
El número de cerrojos que presente no se traduce en mayor seguridad. Lo determinante en este sentido es el número de cierres y bombillos independientes y la calidad de los mismos.
El peso tampoco es un factor crucial, aunque ciertos vendedores tratarán de subir los costes haciéndonos creer que la calidad de la puerta va reñida a su peso. Nada que ver. No se debe confundir el peso con la resistencia.
El bombillo es siempre la parte más débil del sistema de cierre y es muy atacado por el ladrón porque una vez consigues llegar al bombillo, la puerta se abrirá en escasos minutos. Por esta razón es necesario que el escudo protector cubra totalmente la zona de posible taladro y extracción del bombillo.
Una puerta acorazada segura deberá disponer de su correspondiente certificado de ensayo del chasis según normativa UNE 1627:2011 o A2P BP I-II. Su precio rondará los 1.700€-2.500€.
Conclusión
Ninguna vivienda dotada con una puerta acorazada ha sido asaltada en nuestro país. Al menos no a través del quebrantamiento de la misma. Su precio no parece una inversión excesivamente elevada si tenemos en cuenta que la seguridad de nuestros hogares y de nuestras familias podría verse comprometida.
Sería más noble por vuestra parte protestar contra la suelta de ladrones al poco de su detención.De qué sirve vuestro trabajo?