Agentes de la Policía Nacional han detenido en Barcelona a dos fugitivos reclamados por las autoridades de Francia y Alemania, al tener en vigor sendas Órdenes Europeas de Detención y Entrega -OEDE-. El primer detenido, de nacionalidad croata, estaba buscado por las autoridades alemanas debido a la comisión de tres robos con violencia en joyerías, como miembro de la banda criminal internacional conocida como Pink Panther. En segundo lugar, la justicia gala emitió una orden de detención sobre uno de sus ciudadanos, al fugarse este de prisión durante un permiso penitenciario, mientras cumplía condena por un delito de secuestro.
Las detenciones de ambos fugitivos se han llevado a cabo en Barcelona durante el pasado mes de septiembre en virtud de la emisión de la correspondiente OEDE por parte de las autoridades alemanas y francesas, y gracias a las relaciones bilaterales de colaboración existentes.
Sustrajeron joyas por valor de 715.000 € en tres robos en Alemania
La primera operación comenzó, cuando un tribunal alemán solicitó la detención de un ciudadano croata, a quien se pudo acreditar como miembro de la organización criminal internacional denominada Pink Panther, especializada en la comisión de robos con violencia en establecimientos de joyería, cuyas acciones delictivas se caracterizan tanto por su exhaustiva planificación como por la contundencia con la que son ejecutadas, atribuyéndoseles robos perpetrados en países de todos los continentes.
Los hechos causantes de su reclamación se produjeron en tres ciudades alemanas entre 2015 y 2016, cuando integrado en el mencionado grupo criminal, participó en tres robos con violencia llevados a cabo en joyerías. Durante estos robos se sustrajeron joyas por un valor total de 715.000 € y 1.400 € en efectivo y se atribuyen al detenido delitos de robo con violencia, lesiones y tenencia ilícita de armas de guerra.
En segundo lugar, se recibió de las autoridades francesas, una información alertando de la presencia en Cataluña de un fugitivo francés que aprovechando un permiso penitenciario, había quebrantado la condena que se encontraba cumpliendo en una prisión del país galo.
Los hechos ocurrieron en febrero de este año, cuando el fugitivo, tras disfrutar de un permiso penitenciario, no regresó a la prisión donde se encontraba recluido cumpliendo condena por un delito de secuestro. Por este hecho se enfrenta a una pena adicional de 3 años de prisión.
En ambos casos, estudiada la información facilitada por los países solicitantes, se establecieron sendos dispositivos policiales de control y vigilancia por los que se detectó la presencia de los fugados y se practicó su inmediata detención por parte de agentes de la Policía Nacional en Barcelona.