La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones -APFP- ha solicitado a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias la continuación de la actividad del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Alicante a raíz de la aparición en los medios de un posible cierre del mismo.
Los trabajadores, los enfermos y sus familiares están muy preocupados ante estas inquietantes informaciones pues temen un gran revés en sus vidas, ya que supondría trasladar las instalaciones a un lugar muy aislado y alejado de los núcleos urbanos, como es la construcción de la nueva infraestructura penitenciaria de Siete Aguas en Valencia.
Los trabajadores sienten rabia e indignación pues consideran que se ha actuado de forma alevosa y desconsiderada, no tanto para aquietar todas aquellas voces discordantes como para esquivar cualquier actuación contraria por parte del colectivo, de los enfermos o de sus familiares.
Todos los afectados van a sufrir todo tipo de perjuicios, ya sean económicos, morales, de conciliación laboral y familiar. Asimismo, alertan del deterioro de los enfermos para su adecuada adaptación, socialización y resocialización en instalaciones remotas donde, además, supondría un gravísimo menoscabo para su integridad moral pues lo concebirían ellos, sus familias y la sociedad en general como una discriminación o exclusión social.
Por otra parte, este proyecto tampoco cuenta con el respaldo de las asociaciones que trabajan los trastornos mentales en prisión, de los profesionales de la salud mental, del Gobierno valenciano, ni con el del comisionado de Presidencia para la Salud Mental. En este sentido, Àmbit, asociación colaboradora en prisión que promueve programas basados en la perspectiva de la recuperación y promoción de la autonomía, así como la intervención con personas con enfermedad mental de la Comunidad Valenciana lidera, además, la oposición de este proyecto que considera un retroceso pues “desarraiga” tanto a internos como pacientes.
APFP ha pedido una aclaración a la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias al respecto y ya ha manifestado su enérgica oposición al cierre del actual Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Alicante, solicitando que el nuevo centro de Siete Aguas se destine a internos dentro del programa PAIEM (protocolo de aplicación del programa de atención integral a enfermos mentales en centros penitenciarios), que desarrolle los objetivos terapéuticos y reinsertadores.