Un fatídico 11 de diciembre de 2015 varias llamadas procedentes de Kabul alertaban a Interior de la comisión de un atentado en la embajada de España en Afganistán.
Un comando talibán empotraba un coche bomba contra la puerta del edificio y accedían al perímetro de seguridad. La explosión arrasó con media manzana y a penas un minuto después comenzó el tiroteo.
El primero en hacerles frente fue Jorge García Tudela, quien fallecía abatido por los terroristas. El segundo, al que todos llamaban ‘Gabi’, salió en su auxilio y falleció después camino del hospital a causa de las heridas.
“ningún compañero puede quedar atrás”
Desde los tejados vecinos, los talibanes disparaban a todo el que se movía en el interior de la embajada. Fueron casi 12 horas de asedio. Resultado de este ataque se contabilizaron un total de 10 fallecidos, ocho de ellos de nacionalidad afgana.
Fueron enterrados con honores, los que merecían. Su muerte será siempre recordada por quienes nos enorgullecemos de su valor, pero la responsabilidad por la situación en la que se encontraban, aún no la ha asumido nadie.
A veces no te darás cuenta del valor de un recuerdo hasta que se convierta en memoria (Dr. Seuss).