Mediante una investigación conjunta entre la Policía Nacional de España y la Policía Nacional de Colombia, ha sido detenido en la ciudad colombiana de Cúcuta un fugitivo al que le constaba una Orden Internacional de Detención por un delito contra la salud pública.
Las investigaciones comenzaron a principios de este año, cuando los agentes españoles tuvieron conocimiento de una reclamación establecida para la búsqueda, detención e ingreso en prisión de un presunto narcotraficante. Aquellas gestiones permitieron averiguar que la persona buscada ya no se encontraba en España, sino en su país de origen, dándose la circunstancia de que el fugitivo resultó ser un objetivo de alto valor no solo para las autoridades colombianas, sino para las agencias antidroga de Estados Unidos y de España, debido a que se trataba del cabecilla de una organización criminal asentada en el departamento de Norte de Santander, en Colombia.
Su búsqueda derivaba de una investigación realizada en España por parte de la Policía Nacional durante el año 2016. En esa operación, los agentes consiguieron la desarticulación de una organización internacional dedicada al tráfico de cocaína, procediéndose a la detención de 24 personas, entre las que se encontraba el fugitivo, uno de los máximos responsables de la “oficina” que pretendían abrir en España. Fueron intervenidos por entonces 2.400 kilogramos de cocaína.
De este modo, se abortó el intento de un importante cartel colombiano, que pretendía abrir una nueva ruta de entrada de cocaína en España por vía marítima desde Sudamérica, para lo que la organización del detenido contactaba con grupos locales de traficantes de cocaína para vender la droga al por mayor. Para el transporte de la mercancía, la organización utilizaba vehículos equipados con dobles fondos perfectamente camuflados.
Contactos para abrir una “oficina” permanente en Madrid
Durante la investigación, se pudo determinar que el fugitivo y su socio habían iniciado contactos con traficantes españoles con la intención de establecer una “oficina” permanente en Madrid e instaurar una nueva ruta hacia España. De esta manera, darían salida a importantes cantidades de cocaína, diversificando de este modo sus negocios ilícitos.
El fugitivo estaba considerado el sustituto de uno de los grandes traficantes de la zona de Catatumbo y Norte de Santander, en Colombia, que fue abatido por el ejército colombiano. Era un conocido capo del narcotráfico con control militar en grandes campos del Catatumbo, líder del Ejército Popular de Liberación y aliado de las FARC.
Como hecho novedoso, y al contrario de lo que ocurre en otras investigaciones, en esta ocasión eran los dueños de la droga los responsables de su almacenamiento y distribución, asumiendo la responsabilidad directa de su administración. Tanto el fugitivo como su socio trabajaban de forma independiente, sin tener contacto entre ellos para, así, evitar que la detención de uno de ellos acabara con la desarticulación completa de la organización.
Con toda esta información, los agentes solicitaron colaboración a las autoridades policiales colombianas para su localización, las cuales establecieron una operación conjunta que dio como resultado su detención.