Aquella mañana del 30 de agosto había decidido a dar el paso y solicitar ayuda que me ofrecía el Cuerpo, me estaba muriendo en vida, ahogándome en ese pequeño vaso de agua, como aquellos sueños donde no puedes alcanzar la orilla y te hundes.
Me he despertado en mitad de la noche desorientado, la cama y las cuatro paredes se ciernen sobre mí como una tortura, una bola en el pecho no me deja respirar, ni tragar ni comer…
La ansiedad me atrapa en pensamientos oscuros, me invade la tristeza, no me permiten estar sereno, ya no río, no puedo, no desde aquella intervención que solo veo al cerrar mis ojos, la muerte me persigue, lo sé…
Aquella noche me tocaba servicio, una llamada al 091 unos vecinos advertían de gritos en un domicilio,
a toda velocidad con el patrulla varias unidades llegando al mismo tiempo, en el suelo el cadáver de un varón de unos 35 años que supuestamente se había arrojado por la ventana…
Empezaba mal la cosa, mi binomio Arturo y yo subimos escaleras arriba hacia el piso, la puerta estaba entre abierta,
sacamos en el arma y entramos con la mayor precaución posible, despacio una a una fuimos mirando las habitaciones, algunas cosas tiradas por el suelo, objetos rotos, miré hacia atrás, tres compañeros con nosotros entrando en absoluto silencio; al fondo una mujer sin moverse, su cuerpo, su ropa, sus manos cubiertas de sangre, sin responder a nuestras voces, ni cuando le pedimos su nombre ella ni levantó la mirada, inmóvil quieta, inerte como una estatua.
Miré alrededor, una cuna…
Me di la vuelta para mirar a mis compañeros, nos pusimos a buscar a un niño…
Miré con la linterna dentro del armario, entre la ropa por si pudiera estar escondido…
Me agaché a mirar bajo la cama de matrimonio, sólo se veía una pequeña pelota que agarré con mis manos; quise morirme en ese mismo instante, morirme al ver que en mis manos sostenía la cabeza de aquel bebé de meses, sentí como el suelo desaparecía bajo mi cuerpo, la cabeza rodó por el suelo hasta Arturo que no podía creer lo mismo que yo, nuestros ojos, nuestro cerebro paralizado de horror por unas imágenes salidas del mundo gore…
Aquella mujer empuñaba el arma del crimen, sentada en la cama ocultaba el cuerpo inerte de su hijo, sus pequeñas manitas manchadas de su propia sangre….
30 años llevo escuchando desde que tengo uso de razón escuchar de suicidios dentro de las FFCCSE, protocolos que dicen estar ahí para quienes los necesitan, ayudas y teléfonos disponibles para todos ustedes, para ayudarles a sobrevivir para cosas terribles como mi relato, y les aseguro que éste relato es real, contado por un compañero de ustedes, aquel bebé fue degollado por su madre….
No todas las personas sabemos gestionar situaciones que podrían hundirnos y volvernos locos,
la causa desde luego está justificada, somos humanos … es cierto que a veces quitar el ARMA como medida de seguridad es lo suyo… pero yo me pregunto si hay casos tan señalados de compañeros que necesitan tanta ayuda, a mí no me vale ahora decir que hay protocolos que hace poco que se crearon, esto no es de ahora, suicidios siempre hubo y que ahora con las redes sociales corren como la pólvora por los grupos de WhatsApp.
Si la causa es la falta de profesionales no veo cual es el problema en contratar más personal,
dinero sé de sobra que hay suficiente otra cosa es que se quiera hacer tal cometido para ayudar a los funcionarios que requieran tal ayuda.
Hoy les presento una nueva entrevista, a José, un psicólogo de ViveCNP, juzguen y piensen ustedes por su opinión propia quizás las sugerencias e ideas aportadas sean de gran ayuda a este tema que ya debemos de intentar que deje ser TABÚ para que se den cuenta a quién corresponda que no se está haciendo un buen trabajo.
El tema de actualidad es el SUICIDIO entre las FFCCSE, ¿Por qué tanto tabú? ¿Por qué nadie hace nada, aunque desde dentro hablan de protocolos de seguridad y cuando sale alguna entrevista que rompe las reglas saltan todas las alarmas?
Creo que hay mucha desinformación al respecto, tienes por ejemplo en la GC funcionando el segundo plan de prevención del suicidio. En la PN se ha aprobado en noviembre del año pasado el primer Plan de Promoción de la Salud Mental y Prevención de la conducta Suicida… Ahora hay que darles tiempo a los programas para que estos se vayan fraguando… Como ves son actuales los planes, si que hay interés por la salud. Además, se han hecho equipos de atención psicológica a los compañeros…
¿En quien recae la responsabilidad de esta situación tan lamentable siga actualmente rompiendo unas estadísticas silenciadas que todos niegan?
Fallecidos por esta causa siempre ha habido, otra cosa es que se sepa o no, al igual que en la sociedad general. Con respecto a la responsabilidad de la situación, dice la OMS, que cuando un trabajador fallece se debe a la propia vulnerabilidad del agente y a las condiciones estresantes del trabajo. Desde mi punto de vista hace falta detección temprana, formación y evaluación de programas, servicios, mandos y plantillas.
En el 2019 cada 26 días se suicidaba un GC, sólo en este mes de agosto del 2021 y que nos haya llegado información, son 5 funcionarios, ¿Creé que esto puede ir a peor?
Desconozco las cifras de la GC, aunque intuyo que son superiores a las de la PN (Es mayor su población y sus condiciones de trabajo son diferentes). En la PN hay una media aproximada de ocho fallecidos anuales. Las estadísticas hay que cerrarlas a final del año, porque durante las estaciones hay muchas fluctuaciones, es al terminar cuando uno puede opinar con conocimiento de causa. Las estadísticas parciales, nos dan una visión fija de un momento concreto, pero no real, existen meses en que no se producen suicidios. El otoño suele ser una etapa para estar alerta, pero es a final del año cuando hay que hacer el análisis. No creo que se vaya a peor, en estos momentos hay un plan en funcionamiento, hay recursos (con la incorporación de nuevos facultativos psicólogos), hay que dejar cuajar esta nueva situación para ver cómo funcionan los programas y servicios.
Muchas voces entre las FFCCSE son las que se han levantado en éstos últimos días que desearían cambiar esta situación y otros por miedo siguen mirándose en ombligo como si nada sucediera. ¿Esto ocurre por culpa de las presiones por parte de los mandos?
Desde mi punto de vista, la DGP está haciendo un buen trabajo en este campo, no hay presiones por parte de nadie, más que por velar por la salud del policía, y cada aportación que se le hace si es razonable, sea de los sindicatos u otras organizaciones, las incorpora. Para comprobar lo que digo, te puedo comentar de cómo se gestó el plan, partiendo de un grupo de policías (ViveCNP) en el año 2015, se tuvo que convencer a los sindicatos de la Policía, sobre la necesidad del problema. El SUP supo recoger el guante y ejercer de correa de transmisión para con los partidos políticos y con los responsables de la DGP, hasta que se tomó la decisión por parte de la administración. Una vez en ese momento se fichó a un experto en el tema y se constituyó un Grupo de Trabajo dentro de la Comisión de Seguridad y Salud Laboral Policial en el año 2017, trabajando en la misma hasta que en 2020 se aprobó el plan mencionado de Promoción de la Salud Mental y Prevención de la Conducta Suicida, así como la incorporación de los Facultativos Psicólogos este año.
Experiencias desagradables, imágenes que rondan quizás para siempre en nuestra mente, se supone que ustedes están para protegernos, pero… ¿Quién les protege a ustedes de la dura realidad cuando la presión se hace dueña de su vida? ¿Quién vela por su salud mental?
La atención psicoterapéutica está externalizada dentro de Muface, a través de las compañías sanitarias privadas, siendo esta deficitaria, tanto en el número de atenciones anuales, como en el tiempo que te atienden, como en el número de profesionales a los que puedes acudir, como en lo que les pagan a esos profesionales y eso se traduce en una bajada en atención psicológica de calidad, atender psicológicamente a cerca de 70000 funcionarios, no es una tarea sencilla. Además, incidir en que, si alguien está mal emocionalmente y no se comunica, no se puede ayudar. Por otra parte, desde el punto de vista institucional, este año en el Área de Prevención de Riesgos Laborales se ha creado un Equipo de Intervención Psicosocial formado por los mencionados Facultativos – Psicólogos para la atención de aquellos Policías que los necesiten.
Por qué tanto miedo hablar, al cambio, a evolucionar… A las mujeres de Violencia de Género se las anima a denunciar… ¿Por qué están difícil y complejo denunciar dentro de las FFCCSE aun mando que abusa de su rango? Por poner un ejemplo.
Desde el año 2013 está presente el primer Protocolo de Acoso Laboral en la PN, aunque está en periodo de revisión debido a su ineficacia, y en muchas ocasiones empeora la situación. Los Policías somos parte de la administración, pero nuestro régimen estatutario es más jerárquico que el de otras administraciones y por ello se nota más y es más fácil el abuso.
La intervención contra el abuso pasa por proteger más a la víctima y centrarse más en el acosador. En muchas plantillas se sabe de la situación, pero nadie hace nada. Por eso es importante en cuanto se detecte el problema, inmediatamente se haga una evaluación psicosocial de la Brigada/Plantilla y del mando, de esta forma se descarga de tensión a la víctima, se incrementa en la del acosador, y los compañeros participan y toman conciencia del problema. También hay que hacer una evaluación del mando, pues su responsabilidad es máxima en el inicio, mantenimiento y resolución del problema.
Se sabe de sobra que un trabajador motivado en su puesto de trabajo y recompensado con su labor rinde más porque se siente feliz, ¿Por qué ese empeño de hacer todo lo contrario y desmotivar machacando una y otra vez por opiniones diferentes hasta que o bien pides un nuevo destino o acaban por la vía fácil del suicidio?
Lo habitual en cualquier plantilla como en cualquier trabajo es hacer tu labor lo mejor que puedes, es verdad que si eres feliz en la unidad y eres reconocido en el trabajo tu productividad es mayor y viceversa… La mayoría de los jefes al igual que los policías trabajan bien, el resto son excepciones a la regla… Pienso que no se debe identificar mal ambiente laboral con suicidio, si que se puede identificar con muchos problemas como la productividad, el absentismo, bajas, acoso, riesgos psicosociales, accidentes e incidentes del trabajo…
Abierta la Caja de Pandora sé que muchos se van a dar por aludidos, espero que esto sirva de precedente para un cambio positivo, un gabinete de psicólogos sería lo suyo a disposición de quien lo necesite…
Como dije más arriba, este año se ha constituido un Equipo de Intervención Psicosocial en el ámbito del Área de Prevención de Riesgos Laborales para aquellos compañeros que lo necesiten, simplemente es acceder a la Web-Pol de la Subdirección de Recursos Humanos y llamar a los teléfonos allí expuestos o enviarles un correo electrónico con el planteamiento del problema y ellos gustosamente los atenderán.
¿Creé usted en los cambios? Si tantos funcionarios pudieran hablar, hacerse escuchar, ¿Creé que algún mando estaría dispuesto a hacer algo o seguiremos en la utopía de que nada pasa dentro de estas instituciones?
Si creo en los cambios, hemos llegado a tener esta Sociedad y esta Policía gracias a los cambios. Lo habitual en cualquier trabajo como en la vida es tener problemas, ahora bien, hay que saber gestionarlos, y si no se puede, pedir ayuda. Si ambas partes arriman el hombro con honestidad se puede resolver la mayor parte de las dificultades… Como te dije la mayoría de los Policías que conozco ejercen su actividad con normalidad, esto no quiere decir que no haya dificultades, pero son excepcionales… Por otra parte, existen también algunas organizaciones externas para asesorar a los agentes que tienen problemas: ViveCNP, Sindicatos, Papágeno, Ángeles de Azul y Verde, Teléfono de la Esperanza…
Jose, psicólogo de ViveCNP. Info@vivecnp.es
El suicidio en ninguna circunstancia es una “vía fácil”, en casi todos los casos es la única opción que perciben las personas que están inmersas y desbordadas por problemas a los que no encuentran solución para dejar de sufrir.
El suicidio en ninguna circunstancia es una “vía fácil”, en casi todos los casos es la única opción que perciben las personas que están inmersas y desbordadas por problemas a los que no encuentran solución, para dejar de sufrir.