¿Quién no conoce a alguien que haya sido víctima de un delito violento?
Lo cierto es que se están incrementando los delitos violentos en nuestra sociedad.
Antes se sustraían pertenencias al descuido, mediante la estafa o intimidación, si bien la tendencia hoy en día es al empleo de la violencia.
No paramos de leer denuncias o de escuchar avisos por la Sala del 091 sobre robos con violencia y agresiones.
Me gusta tu móvil, pues te doy dos puñetazos y te lo quito.
Me gusta tu móvil, pues te doy dos puñetazos y te lo quito.
Tirones, que acaban con la víctima por el suelo con la cadera rota.
Agresiones que acaban con huesos rotos o brechas que necesitan puntos de sutura.
En este vídeo que se difundió para localizar al agresor, puede verse como un joven propina una brutal paliza a otro persona para quitarle unos cascos de audio.
https://youtu.be/kT5FhQI50zk
Le golpea repetidamente en la cara, aun cuando ya está completamente noqueado en el suelo.
Finalmente le patea la cara, regresando poco después para darle una patada en el estómago.
Esta persona fue ingresada en estado crítico en el hospital. La violencia empleada es totalmente innecesaria, puesto que no opone básicamente resistencia al robo.
Esto hace preguntarnos ¿Cuánto vale una vida?
A esta persona, casi le cuesta la vida unos cascos.
Vivimos en una sociedad donde convivimos diariamente con la violencia, ya sea en la televisión, en videojuegos, cine o internet.
Y esta violencia se refleja en nuestro día a día. En los campos de fútbol, en el colegio, en nuestra familia y en general en toda nuestra vida..