(*) Por Arturo Pereira
La rutina es el enemigo de cualquier organización y si va acompañada de pasividad es su verdugo. Desde luego que estas afirmaciones siendo arriesgadas si se aplican a cualquier organización, se podrían calificar de temerarias referidas a las policías locales. El motivo de esto radica en que, en general, los policías no somos especialmente aventureros en cuanto a nuestro trabajo se refiere.
¿Cambios?
Uno de los problemas con los que se encuentran las organizaciones policiales a nivel global es la resistencia al cambio, a asumir que la organización siga el ritmo de la sociedad en la que presta su servicio. El cambio supone trabajo, iniciativa, resiliencia y comprensión, entre otras muchas cosas, por ello pocos están dispuesto a aceptarlo sin oposición. Lo contrario del cambio es la molicie.
Autocomplacientes
Las personas con el paso del tiempo nos volvemos acomodaticias en todos los ámbitos de la vida y por lo tanto en nuestro trabajo también. Es humano y natural que nos resulte muy difícil mantener el nivel de motivación con el que ingresamos en nuestras policías. A medida que transcurren los años nos volvemos autocomplacientes con nosotros mismos y con nuestra organización.
La autocomplacencia es el nido de la falta de autocrítica. Tampoco somos muy dados a realizar juicios críticos sobre nuestra organización y eficacia porque los entendemos como una crítica malintencionada con un objetivo descalificador. Debemos hacer frente a estos prejuicios que nada buenos nos aportan.
Jefaturas
Son los mandos, y en mayor medida las jefaturas las que deben afrontar estos déficits y asumir la responsabilidad de liderar las actuaciones tendentes a crear las circunstancias propicias para un cambio de actitud que sea positiva y eficaz. La creatividad requiere de inquietud y la inquietud de ilusión por lo que hacemos. No es aceptable para nosotros ir al trabajo a pasar simplemente el tiempo que nos ocupa la jornada laboral porque las consecuencias negativas de esta actitud las sufren nuestros compañeros y los ciudadanos.
Ética
La doctrina policial hace referencia a la necesidad de un liderazgo creativo que inspire confianza y motivación. Liderazgo que debe centrarse tanto en aspectos prácticos como éticos. Nuestras organizaciones persiguen fundamentalmente unos fines prácticos y en ellos se deben centrar los esfuerzos a la hora innovar y ejercer un liderazgo proactivo.
Nuevas tecnologías
En la innovación tecnológica encontramos un importante aliado para ejercer un liderazgo eficaz y eficiente. A veces cuando la imaginación nos da la espalda, las nuevas tecnologías sirven como revulsivo de progreso y para el reseteo de situaciones caducas. Las nuevas realidades policiales históricamente han ido acompañadas de nuevos recursos técnicos que han predeterminado su gestión y eficacia. La incorporación permanente de nuevas tecnologías es crucial para que la policía siga siendo útil.
Necesidades
Quizás en las policías locales esta necesidad tecnológica sea más evidente que en otros cuerpos policiales. Unas, porque pertenecen a ayuntamientos con escasos recursos para la adquisición de tecnología y otras, por el contrario, porque sus ayuntamientos tienen que prestar muchos servicios, entre ellos los policiales y aunque con muchos recursos, nunca son suficientes para todos los servicios municipales. A ello debe añadirse la dificultad de que, en ocasiones, resulta difícil que se entienda dentro del organigrama municipal las necesidades de sus policías.
Rendimiento
La necesidad de actualización de nuestras capacidades pasa necesariamente por un proceso permanente de innovación que requiere una apertura de mente y sensibilidad hacia una realidad en permanente cambio. Las policías locales necesitan realizar un esfuerzo importante para obtener el mayor rendimiento posible de todas sus capacidades.
(*) Arturo Pereira Cuadrado es Intendente-Jefe de Policía Municipal. Doctor en Derecho y diplomado en Criminología. Académico Correspondiente de la Real Academia de la Jurisprudencia y Legislación Española. Profesor-tutor de Derecho en la UNED, ha participado en diversos proyectos humanitarios internacionales. Escribe en prensa y es colaborador de la Sociedad Científica Española de Criminología y de h50 digital policial.
