¿Puedo mirar el teléfono móvil de mi hijo sin su consentimiento?

Hoy en día los niños comienzan a tener teléfono móvil a edades muy tempranas. Ello conlleva una serie de ventajas, pero en muchos casos también conlleva muchos inconvenientes

Y es que, con la llegada del teléfono móvil a la vida de nuestros hijos, comienzan algunos problemas que antes no existían

Cuando comenzaron los teléfonos móviles no existían los problemas que existen ahora, eso se debe, en gran parte a que los teléfonos no estaban al alcance de todo el mundo, ni contaban con la tecnología y aplicaciones que existen hoy en día.

Lo habitual a día de hoy, es que todos los niños tengan teléfono móvil con el paso al instituto, en gran parte, porque es a la edad en la que suelen comenzar a salir con sus amigos y los padres quieren que tengan un teléfono a mano “por si pasa algo”. Aunque muchos niños los consiguen antes, incluso con diez años, con los regalos de la comunión.

Por si esto fuera poco, en muchos institutos, se fomenta que el menor entre en contacto con un teléfono móvil, dado que en su primer año cuentan con una asignatura (tecnología) en la que en algunos casos es necesario hacer uso de un teléfono móvil.

Ventajas e inconvenientes

Las ventajas de un teléfono móvil son obvias. Desde tener localizado a nuestro hijo en cualquier momento, a que él nos pueda localizar si lo necesitara.

Los inconvenientes dependen de cada persona y circulo de amistades en el que se encuentre el menor.

Un teléfono móvil es un peligro en potencia dependiendo de cómo se utilice

Con un teléfono móvil pueden cometerse muchos tipos de delitos con dolo (intención) o de forma imprudente. Desde vejaciones, amenazas, delitos contra la intimidad y el honor, hasta el conocido ciberbullying.

Comportamientos extraños en los hijos

Las alarmas de los padres saltan cuando ven comportamientos extraños en la actitud de sus hijos, ya sea porque se vuelve más agresivo o nervioso, hasta el caso opuesto, se vuelve más introvertido, callado, incluso deprimido.

Antes la cosa era distinta, dado que el menor podía estar siendo acosado en clase, o cuando salía a la calle, pero podía descansar y desconectar de todo cuando llegaba a casa.

Hoy en día con las redes sociales (Instagram, TikTok, Facebook o Twitter), aplicaciones como WhatsApp, Telegram o Hangouts, no hay una desconexión, pudiendo ser tanto acosadores, como acosados las 24 horas del día, los 365 días del año.

Legislación

Cuantas veces se habrán hecho esta pregunta muchos padres cuando comienzan a observar ese comportamiento extraño en sus hijos.

Por un lado, la Constitución Española, en su artículo 18, se recogen dos puntos esenciales sobre este tema, el 1 y el 3.

1. Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
2. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial.

En los puntos 1 y 5 del artículo 4 de la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor son muy claros en este sentido.

Artículo 4. Derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen.

1. Los menores tienen derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Este derecho comprende también la inviolabilidad del domicilio familiar y de la correspondencia, así como del secreto de las comunicaciones.
2. Los padres o tutores y los poderes públicos respetarán estos derechos y los protegerán frente a posibles ataques de terceros.

¿Entonces no puedo mirar el teléfono de mi hijo?

El Tribunal Supremo, pone un punto de cordura en toda esta vorágine de derechos de los menores, de los que al fin y al cabo los responsables subsidiarios son los padres.

Al ejercer la patria potestad los padres, están obligados a actuar en interés de los menores, además de ser responsables subsidiarios de las acciones de sus hijos.

Los derechos del menor y la obligación de los padres de actuar en interés del menor, entran en conflicto cuando se observan conductas anómalas y reacciones extrañas cuando utiliza su teléfono móvil.

La patria potestad obliga a actuar

Existen varias sentencias del Tribunal Supremo que han creado jurisprudencia en este sentido.

Por tanto, si somos conscientes a través del comportamiento de nuestro hijo, de que puede estar sufriendo algún tipo de ataque, chantaje, extorsión, bullying, etc. La patria potestad nos obliga a actuar y si la forma de actuar es mirando su teléfono móvil, estaría justificado.