Miles de guardias civiles procedentes de toda España se han concentrado esta mañana del sábado 5 de junio en la Puerta del Sol de Madrid para protestar no sólo contra la falta de avances en sus derechos sociolaborales, sino incluso por el retroceso de estos durante el último año. El acto de hoy ha culminado la campaña de movilizaciones que comenzaba el pasado noviembre frente a la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, y que tuvo su continuación en concentraciones llevadas a cabo en diciembre en todas las capitales de provincia.
El objetivo del acto ha sido, por un lado, concienciar a la ciudadanía de la falta de derechos y precariedad en las condiciones sociolaborales de los trabajadores de la Guardia Civil. Por otro, trasladar a los grupos políticos y el Gobierno la necesidad de poner remedio a dichas precariedades y discriminaciones de manera inmediata.
De este modo, el Kilómetro Cero se ha convertido en el punto desde el que los trabajadores de la Benemérita han querido transmitir a la sociedad española que todavía siguen siendo ciudadanos de segunda, privados de derechos básicos como el de sindicación, o incluso de poder contar con una jornada laboral digna que les permita la conciliación familiar.
El acto, que ha transcurrido en un ambiente festivo, y en el que han estado presentes también numerosos familiares de los guardias civiles, ha contado con las intervenciones de Fernando Carrillo y Joan Miquel Perpinyà, secretarios generales de AUGC entre 2002 y 2006, y 2006 y 2008, respectivamente. Tras sus alocuciones, muy aplaudidas, ha tomado la palabra el actual secretario general de AUGC, Juan Fernández, el cual ha comenzado señalando que, de nuevo, la Asociación Unificada de Guardias Civiles ha salido a la calle “para reivindicar democracia y dignidad. Para reivindicar lo que es de justicia para los guardias civiles. Que la Guardia Civil no sea tratada como un cuerpo policial de segunda”
A continuación, Fernández se ha preguntado “¿Dónde está el ministro del interior? ¿dónde están las promesas de modernizar y avanzar hacia una Guardia Civil del siglo XXI donde tengamos el reconocimiento profesional, social y económico que merecemos? ¿Dónde está el cumplimiento íntegro del acuerdo de equiparación salarial”.
El Kilómetro Cero se ha convertido en el punto desde el que los trabajadores de la Benemérita han querido transmitir a la sociedad española que todavía siguen siendo ciudadanos de segunda.
El secretario general de AUGC ha recordado que los guardias civiles “llevamos meses, años, con pruebas y más pruebas; con promesas y más promesas, incluso con el incumplimiento de normas que dicen que los guardias civiles tienen derecho a una jornada laboral digna, con turnos de trabajo rotatorios, al igual que cualquier servicio de emergencias y por supuesto al igual que el resto de cuerpos policiales. Y no solo se debe implementar la misma jornada laboral en sus turnos, sino que se debe homologar la realización del mismo número de horas de servicio anuales entre Guardia Civil y Policía Nacional o cuerpos policiales autonómicos. ¿Por qué tienen que seguir siendo los guardias civiles quienes más horas trabajen y peor remuneración reciban?”
También ha señalado que, además de todo lo citado, queda otra cuestión pendiente, “y es el complemento de productividad. Los guardias civiles y sus familias saben muy bien de qué hablamos. Queremos que la penosidad del servicio nocturno y festivo sea justamente remunerada, queremos que esas Nochebuenas, Nocheviejas, esos días de Reyes que no podemos estar con nuestras familias, con nuestros hijos, no se paguen de la forma tan ridícula e insultante”.
El secretario general de AUGC ha insistido en realizar un llamamiento al ministro del Interior para que se reúna con los guardias civiles y demuestre si de verdad desea trabajar por una Guardia Civil democrática, transparente y moderna, donde sus trabajadores disfruten de los mismos derechos que el resto de funcionarios públicos. En este sentido, durante el acto los asistentes han coreado en repetidas ocasiones la palabra ‘sindicato’, reclamando su derecho a constituirse en uno de pleno derecho.
¿Qué reclama AUGC para los guardias civiles?
Las discriminaciones, precariedades y faltas de derechos que han llevado a AUGC a convocar la manifestación del 5J son muchas, diversas y antiguas. Los guardias civiles todavía no cuentan con una jornada laboral digna, con turnos de trabajo que permitan conciliar; el reparto de la Productividad premia a los altos mandos y deja las migajas a los agentes; pueden ir a la cárcel por una discusión laboral; sus representantes asociativos son represaliados; no hay derecho de sindicación; faltan medios humanos y técnicos…
Los guardias civiles continúan siendo los únicos trabajadores de los servicios de emergencia, incluidos, por supuesto, el resto de cuerpos policiales, que no cuentan con una turnicidad de trabajo estable y continuada -a pesar de que así lo marca la ley- que les permita conciliar su jornada laboral y familiar-. Esto es: los guardias civiles no conocen qué días tendrán que trabajar y cuáles librarán a apenas unas semanas vista.
A esto le tenemos que sumar, que un guardia civil es el policía que más horas de trabajo realiza anualmente, sin que este esfuerzo se vea recompensado en su nómina. Los guardias civiles continúan siendo tratados como policías de segunda.
Esta situación condiciona enormemente la vida de cualquier familia. Pero es que, además, para mayor agravio para los guardias civiles, como hemos señalado en el punto anterior, estos continúan privados de unos complementos dignos por el servicio realizado en horario festivo, nocturno o en horas extras.
Hay que recordar, además, que el acuerdo de equiparación salarial firmado con el Gobierno en 2018 no se ha cumplido y este es un compromiso incumplido del Gobierno con las asociaciones profesionales y sindicatos de Guardia Civil y Policía, respectivamente. Hay que revisar las cantidades inicialmente destinadas a la equiparación salarial con los Mossos y dar cumplimiento a la cláusula tercera, para que se puedan incorporar al servicio los guardias civiles en situación de reserva sin destino, y la cláusula octava para la tramitación de una ley que no permita en el futuro discriminaciones salariales entre cuerpos policiales que realizan las mismas funciones.
Otro agravio que sufren los guardias civiles es la pervivencia de la aplicación del Código Penal Militar en funciones policiales. Se trata es un anacronismo impropio en una verdadera democracia, que se emplea como herramienta laboral represora. Los números son claros: de las sesenta condenas impuestas por sentencias firme desde 2010 hasta 2019, 52 correspondieron a guardias civiles, mientras que cinco se aplicaron sobre suboficiales, y tres contra oficiales. En casi la mitad de los casos, el ‘delito’ cometido fue el de “Insulto a Superior”. Por eso AUGC insiste en la necesidad de que deje de aplicarse el Código Penal Militar a los guardias civiles en funciones policiales, tal y como se estableció en 2007. La reforma de 2016, decidida unilateralmente por el Gobierno del PP con el resto de fuerzas políticas en contra, supuso un enorme paso atrás en los derechos de los guardias civiles. Antes de esta reforma, el CPM sólo se les aplicaba en tiempo de conflicto armado; durante la vigencia del estado de sitio; o en el cumplimiento de misiones de carácter militar.
Sin derecho de sindicación
Si bien es cierto que la legalización de las asociaciones profesionales, en 2007, supuso un avance en este sentido, todavía hoy los trabajadores de la Benemérita carecen de derecho de sindicación, algo fundamental a la hora de negociar con la institución mejoras sociolaborales.
Mientras que el resto de cuerpos policiales sí disfrutan de este derecho, al igual que el resto de españoles, los guardias civiles están privados de él. A esto se añade la persecución de los representantes asociativos de AUGC, pues son los únicos que sufren estas aperturas de expedientes y aplicación de sanciones, como práctica represora que tiene como claro objetivo amedrentar a los legítimos representantes de los guardias civiles.
Muchos apoyos en esta concentracion…..yo estuve un ratito.Nunca dejaràn su caracter militar cuando les interesa…..si solo fuera el pecunio;he vivido 10 años con un agente destinado en la NATO……..OTAN para nosotros….petate preparado,dias meses…y encima muchas veces ni sabia el destino.