Así de contundente se muestra la Asociación Unificada de la Guardia Civil –AUGC-, ante la impotencia al ver que la Consejería de Sanidad de Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha se niega a tratar a su compañero Alejandro, y que a mayores dispone su traslado a otra comunidad en contra de la voluntad de la familia, cuando Alejandro se encuentra en estado crítico en uno de sus hospitales.
Esta es la increíble historia de Alejandro, un guardia civil de Tráfico de 43 años, que el pasado 21 de marzo sufrió un grave accidente con su moto particular en una carretera de Badajoz.
h50 Digital os quiere acercar de mano de AUGC el viacrucis que está sufriendo un guardia civil y su familia. Una persona que día a día arriesgaba su vida por los demás, y que las trabas burocráticas y las fronteras interiores de España ponen ahora su vida en riesgo.
Alejandro sufrió un terrible accidente de tráfico el pasado 21 de marzo a consecuencia de una salida de vía con su moto particular Honda CRB 600 en la Carretera EX 101, entre Santos de Maimona y Fregenal de la Sierra, en Badajoz.
Fue trasladado de urgencia al Hospital de Zafra y posteriormente derivado al Hospital “Infanta Cristina” de Badajoz donde fue intervenido de gravedad de las lesiones sufridas e ingresado en la UCI. A consecuencia del accidente, este guardia civil padece de una lesión medular grave de la que fue intervenido, una lesión en el corazón y necesita respiración asistida debido al líquido que tiene en los pulmones, atelectasia pulmonar.
De todos los gastos, por convenio con la Seguridad Social, se tenía que hacer cargo el seguro contratado con la Compañía AXA, pero hay una cláusula en las condiciones particulares donde indica “asistencia sanitaria reembolsable hasta 6000 euros”. Por dicho motivo un familiar contactó con la compañía de salud Adeslas, ya que era el seguro que este agente tenía a través de la mutualidad a la que pertenecen los guardias civiles, ISFAS.
En un primer momento, Adeslas les manifestó a la familia que solo se hacia cargo de enfermedades comunes y no en caso de accidente de tráfico. Si bien, tras revisar la póliza sanitaria accedió a asistirle.
El Hospital Infanta Cristina de Badajoz emitió un informe donde aconsejaban e insistían sobre el traslado de Alejandro al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, por ser el de referencia nacional y especialista en la recuperación de pacientes con daños medulares, pero la compañía sanitaria Adeslas no autorizó este traslado.
Médicos del Hospital Infanta Cristina le dicen a Montse, mujer de Alejandro, que no es aconsejable el traslado con la respiración asistida y con el problema que padece de corazón. Si bien, posteriormente cambian de opinión y acceden al traslado de Alejandro el 26 de abril.
Aquí empieza la odisea para Alejandro
Como informa la familia a AUGC, Alejandro no tendría que haber salido del Hospital de Badajoz hasta no estar completamente recuperado de sus problemas cardiacos, sin tener que hacer uso de respiración asistida, y estar listo para iniciar la rehabilitación en el Hospital de Parapléjicos de Toledo.
A parte de los problemas de salud de Alejandro, que condicionaban su traslado, al ser un accidente de tráfico, los gastos económicos derivados de la asistencia sanitaria en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo se trasladaban al seguro de la moto. Pero al tener la póliza contratada una cantidad económica tan pequeña, dicha cantidad quedó inmediatamente liquidada.
El día 26 de abril Adeslas comunica a Montse, mujer de Alejandro, que traslada a su marido al Hospital Los Madroños de Brunete en Madrid, a lo que ella accede tras sentirse presionada al comunicarle que si no lo autorizaba el mismo tendría que hacerse cargo de todos los gastos médicos.
Tras cuatro duras horas en ambulancia, Alejandro llega al Hospital Los Madroños. Si bien, Montse tiene que regresar a Mérida, lugar de residencia de la familia, ya que su marido ingresa en la UCI y no se le permitía estar con el.
Esa misma noche, llaman del hospital a Montse por teléfono comunicándole que Alejandro había sufrido una atelectasia pulmonar y que ellos no estaban preparados para el problema que tenía su marido ya que era una clínica para recuperación medular, y que debido al problema médico de Alejandro habían tenido que recurrir a personal externo al centro para asistirlo, informándola a su vez que su marido debería regresar de nuevo al hospital de origen en Badajoz.
Ese día Montse contacta con Adeslas por teléfono y por correo electrónico, pero no se produce el cambio, y es cuando es informada por un compañero de trabajo de Alejandro, afiliado a Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que recurra a ellos para que la ayuden.
Tras contactar con AUGC en Madrid, éstos se ponen manos a la obra proporcionando asesoramiento legal, y facilitando acompañamiento y alojamiento a Montse, mostrando una vez más el gran corporativismo que existe en la Guardia Civil y al que sólo caben elogios, ya que fue acogida en la casa particular de uno de los miembros de esta asociación.
Cada día, miembros de AUGC, se trasladaron con Montse al Hospital de Brunete para acompañarla en la visita a su marido, ayudándola a realizar todas las gestiones para lograr el traslado de Alejandro al Hospital de Parapléjicos de Toledo, y tras enviar los informes que había hasta ese momento, desde el Hospital de Parapléjicos les informan que todos los gastos los pagaba el seguro de la moto y que una vez autorizado por admisión se podría trasladar a la UCI, lo cual sucedió el 10 de mayo.
El 10 de mayo se trasladó a Alejandro al Hospital de Parapléjicos de Toledo, tras autorizarse su ingreso en la UCI, comunicándoles que en caso de caso de complicación se trasladaría a Alejandro a la UCI del Hospital Virgen de la Salud.
Tras realizarle pruebas detectan que Alejandro había llegado desde Brunete con mucha infección en la vesícula, a la vez que estudiaban la posibilidad de efectuarle un cateterismo por el problema en el corazón.
El 27 de mayo la doctora de la UCI del Parapléjicos le comunica a Montse que tienen que operar cuanto antes a su marido de la vesícula, pero que en ese Hospital no pueden hacer nada por él, que tiene que regresar al Hospital de origen en Badajoz, porque no podían operarlo en el Hospital Virgen de la Salud, ya que en ese momento había camas en la UCI.
Si bien, dos semanas antes esa misma la doctora lo llevo de urgencia al Hospital Virgen de la Salud para operarlo de la vesícula, pero el cirujano de ese Hospital les dijo que no era urgente, y en el Hospital de Parapléjicos, el cirujano que tienen les comunica que no lo podía operar hasta el 9 de junio.
Solución que les dan …
Mandarlo otra vez al Hospital de Badajoz y que lo operen allí de la vesícula cuanto antes y que después que le hagan pruebas del corazón, comunicándoles la doctora, que el hospital de Badajoz tenía la UCI preparada y sólo faltaba la autorización para el traslado.
El día 31 de mayo les comunican desde el Hospital de Parapléjicos que la dirección médica del Hospital de Badajoz deniega el traslado y lo quieren mandar al Hospital Comarcal de Mérida, donde le correspondía por lugar de residencia.
Tras consultar con varios especialistas les informan que desde ese hospital seguro que lo trasladan de nuevo a Badajoz, además, no entienden el traslado de un paciente crítico cuando hay un hospital más cercano en Toledo que puede intervenirlo de urgencia.
El 01 de junio Monste y Alejandro a pesar de todas las presiones que están recibiendo desde el Hospital de Parapléjicos se niegan al traslado por el estado crítico en el que se encuentra Alejandro. Además de que no entienden como no lo operan de urgencia en el Virgen de la Salud, que está a un kilómetro aproximadamente de distancia, sintiéndose totalmente desamparados, por lo que interponen una reclamación en el hospital.
El día 02 de junio la doctora de la UCI llama a Montse muy alterada y le dice que se va a realizar el traslado, que la ley les ampara, momento en el que Montse le contesta que la persona que firme dicho traslado será responsable de lo que le pase a su marido y ésta le responde que no la amenace y que van a trasladarlo sí o sí.
Desde AUGC se envía también una carta a la Directora de la Guardia Civil para intentar solucionar el problema, pero ante la respuesta de la doctora de la UCI del hospital donde se encuentra, se inicia una campaña en twitter denunciando la situación de Alejandro, ya que no se puede dejar desamparado a un ciudadano que día a día arriesgaba su vida en pro de la de los demás, y que tras un trágico accidente esté sufriendo las continuas trabas de la administración que pueden poner en peligro su vida.
Al presidente de Castilla la mancha ilustrísimo Sr, haga vd. algo por este Guardia Civil
Cojones ya está bien
Es terrible;me pasaron un numero de cuenta y lo comentè por whassap con vosotros;me dijeron que no les constaba….porque demonios hay como en el caso de Ceferino(DEP)una cuenta y para la Guardia Civil otra….y vete a saber..Como no unamos fuerzas como està el patio….mal vamos