Se apoderó de la tarjeta bancaria de la octogenaria y le realizó un total de 23 extracciones desde enero hasta abril
La empleada aprovechó que acompañaba a la víctima a realizar compras para memorizar el PIN
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Xirivella (Valencia) a mujer de 59 años, de origen rumano, como presunta autora de un delito de estafa y hurto, tras apoderarse de la tarjeta de crédito de la anciana que cuidaba y retirarle en 23 reintegros en cajeros automáticos hasta 11.600 euros.
A mediados del mes de abril, la víctima de 89 años de edad abandonó el hospital donde se encontraba ingresada. A su salida, se percató que no tenía la tarjeta bancaria, por lo que comprobó su cuenta bancaria, observando que le habían realizado numeras extracciones por un importe elevado, sin que ella tuviese conocimiento.
Los agentes, al conocer estos hechos, iniciaron una serie de pesquisas para identificar a la persona que podría haber sustraído y utilizado la tarjeta a la víctima. Las investigaciones les condujeron hasta la cuidadora de la mujer, que al parecer aprovechó un momento en el que la acompañó a realizar unas compras para visualizar el número PIN y seguidamente sustraerle la tarjeta.
Tras las indagaciones policiales, los investigadores descubrieron que desde enero hasta abril de este año, la sospechosa realizó en seis cajeros automáticos diferentes, un total de 23 extracciones por un importe total de 11.600 euros. Además, comprobaron que en un mismo día retiró 2.000 en reintegros de 500.
Los policías, al identificar a la cuidadora tras la visualización de las cámaras de seguridad de las entidades bancarias, la detuvieron como presunta autora de un delito de hurto y estafa. La mujer, que carece de antecedentes policiales, ha pasado a disposición judicial.
Recomendaciones para evitar ser víctima de este tipo de estafa
Desde la Policía Nacional recuerdan que es importante no perder la tarjeta bancaria de vista, además de que nadie pueda ver el número PIN. Para ello, a la hora de introducir la clave es aconsejable tapar con la mano el teclado numérico, para así evitar que nadie observe la enumeración introducida.