La ludopatía está reconocida como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud y por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA).
El afectado por esta patología, experimenta una incontrolable necesidad de jugar, que está por encima de cualquier cosa, incluso de las consecuencias negativas que puede acarrear.
Cada vez comienzan antes los jóvenes a realizar apuestas deportivas en salones de juegos o bares.
La publicidad tiene mucho que ver en la fase de enganche de los jóvenes. Desde “Loterias” que está bajo la titularidad del Estado y que todos los años nos transmiten anuncios con la frase “Si sueñas, Loterias”, hasta la publicidad que hacen los ídolos de los más jóvenes.
Y nadie es inmune a toda esa publicidad, cuanto menos los jóvenes que son altamente influenciables y más por aquellas personas que consideran un ejemplo a seguir, como futbolistas, actores, cantantes, etc.
Internet también es una herramienta al alcance de los jóvenes, para poder fidelizar a futuros clientes a través de las redes sociales.
Esa necesidad incontrolable de jugar es la que destruye familias enteras
Cada vez es más habitual que padres acudan a comisarías a poner en conocimiento que sus hijos les han robado. Bien dinero en efectivo, o efectos que vende para conseguir dinero y poder utilizarlo para apostar o jugarlo en alguna máquina.
Pero lo que se encuentran es que en muchos casos no pueden formular la denuncia, porque en el artículo 268 del Código Penal, que habla sobre la excusa absolutoria, viene a decir que están exentos de responsabilidad criminal los ascendientes, descendientes y hermanos por naturaleza o adopción, así como los afines en primer grado si viviesen juntos, por los delitos patrimoniales que se causaren entre sí, siempre que no concurra violencia o intimidación.
En un primer lugar, comienzan a robar dinero del monedero de los padres, sigue con la venta de objetos de valor, como joyas o bicicletas, y puede acabar con falsificar documentación para llegar a vender el coche de sus padres.
Esto ha llevado a la ruina a muchas familias y en otros casos hasta la separación de los padres.
Familias rotas por la ludopatía.
La ludopatía se produce en juegos que tienen una gran capacidad adictiva. Los que transcurre poco tiempo entre la apuesta y el premio.
Síntomas.
Los síntomas que pueden detectarse son los siguientes:
Abandono de la vida social. Deja de lado a sus amistades y se vuelve más introvertido.
Comienzan los problemas económicos, nunca tiene dinero y siempre está pidiendo.
Trastornos de ansiedad y depresión. La falta de juego puede provocar ansiedad, y las mentiras, problemas económicos y la mala relación familiar puede degenerar en una depresión.
Cambios en la personalidad. Puede volverse más reservado, incluso agresivo.
Actualmente y debido al gran problema en que se ha convertido esta enfermedad, existen varias asociaciones de ayuda frente a la ludopatía que pueden asesorar a las familias.