Domingo, 11 de abril, 5 de la tarde, miro WhatsApp, “¿Javier, podéis mañana?”; ostras; contesto: dame 10 minutos, por favor. Llamo urgente. Serafín, mañana a las 14;45, tenemos 30 minutos. ¿No se puede cambiar? Imposible, y gracias que nos la conceden; han buscado un hueco. No puedo, Javi; tengo clase a esa hora; vete tu sólo. La primera en la frente.
Como en las sevillanas, vamos a por la segunda, al otro Javi. Dime. Mañana a las 14:45… (no me deja terminar de hablar); no puedo, entro a las tres de la tarde. Pulsaciones a mil por hora, ¿con lo que ha costado, y al final no va a poder ser?, no me lo puedo creer. Bueno, espera, dame 5 minutos, voy a hacer una llamada. ¿5 minutos? 5 horas parecen, tic, tac; tic, tac. Suena el teléfono, es Javi a la otra línea. Oye, que he hablado con mi padre, y va él a esa hora, así que sí puedo ir a grabar la entrevista. ¡Viva la madre que te parió! … y a tu padre también.
Escribo rápido un WhatsApp: Paula, estaremos ahí a esa hora. Recuerda, sólo 30 minutos, envíame los datos de DNIs para el servicio de seguridad del edificio. ¿Podemos anunciarlo? Imposible, por motivos de seguridad, no. Da igual, ahí estaremos…es la jefa de prensa de Vox en Madrid. No me lo puedo creer todavía, H-50 va a entrevistar a Rocío Monasterio. ¿Pero te creías que el agobio había pasado? Que si, que sí.
Me da por encender la televisión; maldita la hora, y la veo, es ella, está ahí; miro al periodista que la entrevista, un profesional; y de repente me doy cuenta y me empiezan a entrar sudores fríos…mañana la tendré enfrente, como él. Pero él, es un profesional, y tú, no, ¿Qué le pregunto? Ostras, vaya marrón. Me voy a caminar, a ver si me pasa el canguelo.
Paro en el bar de la esquina. Josefa, ponme un café. Entra mi amiga Lola, hace tiempo que no la veo. Hola, Javi, ¿Qué tal?, he leído tu entrevista del otro día, me ha gustado. Pues si supieras a quien, entrevisto mañana, ¿a quién? A Rocío Monasterio. A mi ROCIOOO, ¿la de Vox?; me encanta, yo la voy a votar, trátala bien, eh¡, por cierto… ¿Qué le vas a preguntar? Y dale. Josefa, ya has puesto el café? A eso iba. Pues déjalo, ponme mejor…una tila. Otra vez la vuelta al trigo, ¿y qué le pregunto a esta mujer?
Hago otra llamada. Ya se que es domingo por la tarde, perdona; mañana entrevisto a Rocío Monasterio. ¿A quién? A Rocío, la de Vox. ¿Pero si no lo hemos conseguido ni nosotros! Joder, vaya potra que has tenido; por cierto, ¿Qué le vas a preguntar? Pues para eso le llamaba. No ha resultado. Desisto, no es día, ni horas ya, para molestar a nadie; decidido: cuando llegue a casa, agarro el ordenador y que sea lo que Dios quiera.
Lunes, a las 14:30, sede de Vox, en Madrid. El vigilante de seguridad tras acreditarnos hace una llamada, y nos dice que están llegando: en diez minutos están aquí. Miro a Javi, y él a mí. Hoy estás nervioso, me dice. Como para no estarlo. Tranquilo, saldrá bien. Eso espero, por nuestro bien. Es majo, sano, aguanta la presión, y cada día me cae mejor; hoy además estrenamos material nuevo, recién comprado, y no hemos tenido tiempo ni de hacer pruebas. Mas presión.
La puerta del garaje que da a la puerta de acceso se abre, aparece una furgoneta negra con cristales tintados, y detrás otra, la reconozco a ella en la parte de atrás, lleva la ventanilla abierta, el primero que sale es Santiago Abascal; les rodean mucha gente, escoltas, visto y no visto, a él, lo meten rápido en otro coche negro de alta gama, y salen a toda velocidad; ¿se habrá marchado ella también? En 2 minutos os bajan a buscar, nos dice el vigilante. Llega Paula. Hola, encantada, perdona el retraso, y las prisas; subid rápido, tenéis 20 minutos.
Preparamos el material, y aparece por la puerta. Hola, ¿Qué tal? Chocamos los codos; igualmente Rocío, gracias por recibirnos. Gracias por nada, es un placer poder atenderos. Me siento donde digáis.
Pantalón negro, camisa blanca, chaqueta color salmón, pelo largo negro, recogido en coleta; parece mucho mas joven que en televisión, delgada, elegante, con clase, y no para de sonreír, incluso durante la entrevista. Muy educada. Fueron 26 minutos, que se pasaron volando.
De hablar muy suave, pero firme; con una seguridad en sí misma que asusta, y con un convencimiento de lo que dice -más bien lo siente- que apabulla; habló de los okupas, de los MENAS, de Pablo Iglesias, de Pablo Echenique, de Bildu y ETA, de las UIPs y UPR; de la equiparación salarial y del ministro Marlaska.
Por si fuera poco, al final de la entrevista, el remate: “por supuesto que sí, dalo por hecho, hablaré con Santi Abascal -como así le llaman- y le entrevistarás, estará encantado de contestarte a todo lo que le preguntes”.
Próxima publicación de la entrevista escrita, y vídeo en h50.
Autor: Javier Rodrigo Ordóñez | Inspector de Policía Nacional. Diplomado universitario, profesor de primaria, especialidad Ciencias Humanas, Universidad de Oviedo. Master, Universidad de Salamanca. @JaviRodrigo11
No puedo entender como todos los compañeros no votamos al unísono y sin ningún género de dudas a VOX…
y lo que menos entiendo es que hayan compañeros de Socialistas o de Podemos, es como si fuésemos carniceros y nos hiciéramos veganos.
Yo tampoco entiendo, q aún partido como es VOX, sea perseguido, criticado y apaleado, sobre todo por los periodistas y medios de comunicación. Ya quisieran el resto de partidos ser tan onestos como los representantes de VOX, decir las cosas tan claras, dejar gobernar, aún teniendo poder para estar dentro de gobiernos en Ayuntamientos y C. C. A. A.
Espero q poco a poco se de cuenta la gente q VOX es un partido, serio, honesto, y lo más importante un partido q defiende los derechos fundamentales de todos los españoles. 🇪🇸 🇪🇸 🇪🇸 🇪🇸