En la policía, no todo es gatitos y árboles…
¿Qué hay más satisfactorio que ayudar a la gente? Para mucha gente la vocación de ayudar ya sea cooperando en alguna organización o simplemente llevando la compra a tu vecina enferma o vecino mayor, es por sí solo un premio. Pero la policía exige algo más y algo menos. Exige que estés ante las desgracias manteniendo el tipo, intentando solucionar problemas de personas, que normalmente al ver a sus guardias, sienten mayor seguridad, y también se sienten arropados. Estos ciudadanos por suerte son mayoría…
A esta mayoría de conciudadanos dedicamos estos relatos….
En el recuerdo de algunos de nuestros amigos policías, salen intervenciones que les dejan huella, que marcan el carácter de los agentes, vistan de verde, azul, negro, o rojo… Estos agentes no solo tienen marcas de sus actuaciones diarias en la luz, también presentan sombras tras un día de trabajo en Gotham patrullando suburbios.
En Metrópolis la vida sonríe… tampoco es felicidad absoluta, cada día se cometen robos, homicidios, hurtos y estafas, pero la vida en general es pacífica y pausada. La luz y el calor facilita la vida.
En Gotham la vida está dividida: por un lado, entre los que intentan trabajar y vivir honradamente, y que ayudan a sus vecinos; y por otro, un número demasiado cuantioso que no trabaja, no estudia y sobrevive en otro estilo de vida, un estilo asocial. No hay deseo de ayudar al prójimo, solo de sacar rédito, disfrutar del momento y coger aquello que antojan, sea suyo o no… mejor si no lo es, les resulta más divertido. No hay miedo en los primeros, pero sí temen zonas y horas del día. Las Fuerzas del Orden saben que hay lugares que es mejor ir con efectivos de sobra para evitar verse superados.
Al final la diferencia, como ya decíamos desde “Metrópolis”, es a dónde quieres llegar: a una ciudad elegante y tranquila o quizá más aburrida y sencilla, depende del punto de vista… O puedes querer mantener las sombras góticas para que los que no quieren esa vida y desean vivir en paz, deban agachar la cabeza y no ver lo que hacen ni los de arriba ni los abusones. Y, de nuevo debemos decantarnos libremente entre ser Gótico o Metropolitano, o una combinación de ambos…
Patrullando en Gotham cualquier cosa puede suceder, desde ver pasar al murciélago, hasta que el cuerpo de un joven tiroteado nos deje indiferentes. Los agentes charlan sobre sus cosas mientras la científica hace su reportaje y toma pruebas. La gente que pasa prácticamente ajena a la escena, y la falta de empatía nos recuerda a esas imágenes de África, un continente alejado, de niños hinchados del “HAMBRE” mientras comemos un cocidito en casa, que hace frío en “Gotham”… estás imagen as en nada nos afectan.
Un Dispositivo de prevención de hurtos de carteras, en Gotham sabes que puede acabar mal. Los delincuentes estan bregados y mientras los agentes uniformados patrullan una zona comercial, de una tienda “ReparaTuMóvil” sale a la carrera una pareja, los agentes se encaminan al lugar y sale al instante un dependiente que sangra por la cara. Los agentes corren tras la pareja, pero en “Gotham” los efectivos siempre son los justos. Huyen con un botín ridículo, un par de teléfonos móviles, y en sus manos también la violencia y sangre del empleado. Este por intentar pararles se llevó una paliza. Ésta ciudad no es lugar para ser valiente: “al final chaval no merece la pena complicarse, mejor que se lo lleven” dice un agente veterano, cansado de ver estas escenas, y, aunque los detengan, no ven a la justicia igual de dura que radicales sus delitos.
Las Unidades de Intervención se disponen a un desalojo, Orden de Desalojo del Juzgado y limpiar ese “Guetto” es lo que necesitan con desesperación los vecinos del barrio de Arkam, que no aguantan mas robos, gritos, drogas, reyertas, sangre, pintadas, heces y basura en sus vidas. Los antidisturbios que han llegado con muchísimos efectivos saben que se las van a ver y desear para cumplir el desalojo. Para entrar en el edificio, les esperan con una puerta de acceso de metal. Los policías con arietes soportan que les lancen líquidos y objetos. Lo que han preparado los “Okupas” una vez dentro: más y más puertas y en cada piso, una vez abierto, deben sacar a los “Inquilinos de lo Ajeno” que les reciben con gran violencia, palos, barras, etc… Los malos de la película ya sabían el final de antemano, hoy les van a desalojar y no llevan armas de mayor calado, por suerte para los agentes, el “Joker” está de vacaciones y el resto asume que hoy ganan los vecinos honrados. Finalmente, y por un periodo de unas semanas, el distrito de Arkam respira una cierta paz, pero, semanas después y seis calles más arriba, se produce otra ocupación de otro edificio y saben que la SOMBRA retornará a sus calles.
Vigilando las calles y que pase el día, que llueva a cantaros o que haga un frío y caiga una nevada a lo “Filomena”, y terminar la jornada sin detenidos, lesiones, peleas, robos… hace que los agentes se sonrían, se miren y asientan. Esa es la sensación por dentro de “un buen día”, y es que, “el mejor servicio del día” es que no haya habido ningún requerimiento.
Vivir en Gotham es disponer de Fuerzas de Seguridad, pero no condenas acordes a los delitos, a su violencia, a su despropósito o a esa nula necesidad de agresión. “GOTHAM” es asumir por los ciudadanos de bien que quien la hace no la paga, no como debería. Delinquir es barato, tampoco gratis, pero comprometer vidas, seguridad y la paz social no cuesta demasiado. La falta de Justicia es la sombra de esta ciudad. Las Fuerzas de Seguridad sin caminar de la mano del Juzgador provoca el efecto de acción-reacción, el OJO por OJO.
…esto es vivir en Gotham… Próximamente, tu Ciudad