Agentes de la Policía Nacional han detenido en El Saler y Requena (Valencia) a dos hombres de 42 y 56 años, de origen paquistaní, como presuntos autores de un delito de falsedad documental, tras presentarse al examen teórico de obtención del permiso de conducir con dispositivos electrónicos ocultos debajo de la ropa, con el objetivo de recibir ayuda externa y así marcar las respuestas correctas.
La investigación se inició cuando funcionarios de la Jefatura Provincial de Tráfico alertaron a la Policía que estas dos personas habían intentado en otras ocasiones obtener de forma ilícita superar el examen teórico de conducción. Los agentes comprobaron que los varones, con escasos conocimientos del idioma castellano, acudieron al examen teórico con dispositivos electrónicos de vídeo- escucha adosados al cuerpo. A través de este medio se comunicaban con el exterior para recibir las respuestas correctas de la prueba.
Los examinados, antes de la realización del test, se colocaron un teléfono móvil pegada a la camiseta en su interior, a la que previamente le hicieron un orificio coincidente con la cámara del móvil. Las imágenes captadas eran enviadas a un dispositivo emisor adherido al brazo que las transmitía a una persona que se encontraba en el exterior para a continuación comunicarles las respuestas a través de un pinganillo que llevaba el sospechoso en el interior de su oído.
El pinganillo utilizado era tan diminuto que no se apreciaba desde el exterior por lo que tuvieron que acudir a un centro médico, que una vez examinado le extrajeron un cuerpo extraño en el conducto auditivo externo.
Los investigadores advierten que en ocasiones las personas que han ayudado a los alumnos a superar la prueba teórica de manera fraudulenta, a pesar de la correspondiente falta de conocimiento en la lengua castellana, han llegado a percibir hasta 2.000 euros.
Ambos detenidos, uno con antecedentes policiales por conducir sin permiso, fueron detenidos como presuntos autores de un delito de falsedad documental. Uno de los arrestados, ha pasado a disposición judicial, mientras que el otro ha quedado en libertad no sin antes ser advertido de la obligación legal de comparecer cuando fuese requerido para ello.