· Los datos de siniestralidad laboral, de los 11 primeros meses de 2020, certifican que se han producido menos accidentes laborales, como consecuencia de menor actividad provocada por la pandemia, pero más graves: han muerto 650 personas trabajadoras, 6 más que en el mismo periodo 2019. De nuevo, la primera causa de muerte han sido los infartos y derrames cerebrales con 211 accidentes (+12,8%). Los riesgos psicosociales como el estrés, a consecuencia también de unas condiciones laborales precarias, son un potenciador de esta situación.
· Desde UGT se ha reiterado la necesidad de abrir una mesa de diálogo social para acordar medidas urgentes que pongan fin a esta situación. Es preciso articular ya un Plan de Choque que ponga freno a la siniestralidad laboral incluida la reducción de los riesgos psicosociales.
· El sindicato considera imprescindible que se cree la figura del Delegado o Delegada Territorial y/o Delegados/as sectoriales para mejorar la prevención en todas las empresas, incluidas las pymes donde no hay representación sindical.
Según los datos estadísticos facilitados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, correspondientes a los once primeros meses del año, se han producido 922.659 accidentes de trabajo, de los cuales 444.269 accidentes laborales han causado la baja laboral del trabajador (descendiendo un 24,7%) y 478.390 no han producido incapacidad temporal (experimentando una disminución del 28,7%). 650 accidentes acabaron con el fallecimiento de la persona trabajadora, aumentando esta cifra en un 0,9% respecto al mismo periodo de 2019, lo que suponen 6 muertes más.
De los accidentes laborales que causaron baja, 392.441 tuvieron lugar durante la jornada de trabajo, descendiendo en un 23,2%. El resto, 51.828 accidentes laborales fueron registrados in itinere, descendiendo en un 34,4%.
366.517 accidentes con baja durante la jornada laboral se registraron entre trabajadores asalariados (lo que supone un descenso del 23,9% respecto al dato publicado para los once primeros meses de 2019) y 25.924 entre trabajadores por cuenta propia (descendiendo en este caso un 11,9%).
La incidencia de los accidentes de trabajo en jornada laboral desciende fuertemente (-21,2%), influido por el descenso en la actividad empresarial y el teletrabajo. La reducción de la incidencia es generalizada en todas las secciones de actividad, siendo la Hostelería donde se aprecia el mayor descenso (-44,8%), seguida de la Administracion publica y defensa donde el índice de incidencia de los accidentes con baja durante la jornada laboral disminuye en un 27%. Las industrias extractivas, la construcción y el suministro de agua, saneamiento y gestión de residuos son las secciones de actividad que presentan unos mayores índices de incidencia respecto de los accidentes de trabajo con baja ocurridos durante la jornada laboral con 514,6, 463,1 y 446,6 accidentes con baja por cada 100.000 trabajadores con la contingencia de accidentes de trabajo específicamente cubierta, respectivamente.
Accidentes mortales
Como indicábamos anteriormente, los accidentes laborales han descendido, no así los accidentes mortales. 650 trabajadores han fallecido durante los once primeros meses del año, son 6 personas más que las fallecidas durante el mismo periodo del 2019 (+0,9%) y esto teniendo en cuenta la disminución de la actividad empresarial provocada por la crisis de la COVID-19. Llama especialmente la atención que durante la jornada de trabajo hayan fallecido 45 personas más respecto al mismo periodo del 2009 (+8,9%), en total fallecieron 550 personas. 100 fallecimientos fueron in itinere, 39 menos que en hasta el mes de noviembre del 2019 (-28,1%), lo que tiene fácil explicación dado que se han reducido los desplazamientos, muchas personas siguen en teletrabajo.
Desde UGT nos preocupa este aumento alarmante de los accidentes mortales durante la jornada laboral, lo lógico es que hubiese descendido por la bajada de actividad al igual que ha ocurrido con los accidentes laborales con baja. Analizando las causas de estos fallecimientos durante la jornada de trabajo se observa que la primera de ellas son los infartos y derrames cerebrales con 211 accidentes (+12,8%).
La incidencia de los accidentes mortales ocurridos durante la jornada laboral aumenta en un 11,7%, alcanzando los 0,275 accidentes mortales por cada 100.000 trabajadores con la contingencia de accidentes de trabajo específicamente cubierta. El sector agrario es el que presenta la mayor incidencia de los cuatro (1,127) y es el más afectado por el incremento en la incidencia de la siniestralidad mortal (+79,8%). Le sigue la construcción con un índice de 0,735, siendo el único de los cuatro sectores que experimenta un descenso (-11,2%), Industria con 0,509 muertes por cada 100.000 trabajadores (+21,5%) y en último lugar el sector servicios con 0,155 accidentes mortales por 100.000 trabajadores (+4%).
La seguridad y salud laboral se ha dejado en un segundo plano
Dada las elevadas cifras de fallecimientos en el trabajo, aún con el acusado descenso de la actividad económica, se ha puesto de manifiesto que la seguridad y salud en el trabajo se está dejando en un segundo plano en las empresas. Se están produciendo menos accidentes, pero son de mayor gravedad, ya que los mortales ocurridos durante la jornada laboral aumentan. Desde UGT creemos necesario abrir una mesa de diálogo social estatal en materia de siniestralidad laboral para acordar medidas que pongan fin a esta situación.
Nos reiteramos en nuestra propuesta de articular un Plan de choque contra la siniestralidad laboral de forma inmediata. El constante aumento de las muertes en el trabajo es altamente preocupante y debe ser abordado urgentemente. Entre las líneas de este Plan de Choque no puede faltar la reducción de la incidencia de los riesgos psicosociales entre la población trabajadora ya que la primera causa de muerte durante la jornada de trabajo son los infartos y derrames cerebrales, patologías asociadas a este tipo de riesgos laborales.
Además, proponemos la creación de la figura del Delegado o Delegada Territorial y/o Delegados/as sectoriales de prevención a través de la negociación colectiva. Ayudarían sin duda a mejorar la PRL en las PYMES de nuestro país que no tiene representación sindical. Es un hecho que los centros de trabajo sindicalizados son centros de trabajo más seguros.