El policía municipal de Tolosa Juan Antonio Rezola San Vicente colaboró con la banda terrorista ETA pasando información sobre el guardia civil Francisco Vázquez
Uno de los objetivos de la banda terrorista ETA siempre han sido las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero lo más despreciable de este asesinato es la colaboración de un policía municipal
El 12 de diciembre de 1982, los terroristas de ETA asesinaban en la localidad guipuzcoana de Tolosa a un agente de la benemérita y hería gravemente a otro.
Eran las 22:25 horas, cuando los agentes de la Guardia Civil Juan Ramón Joya Lago y Francisco Vázquez Bolaños circulaban por el paseo de Velate de la localidad de Tolosa, vestidos de paisano y a bordo del vehículo propiedad de Francisco.
Cuando pararon en un semáforo, próximo a la plaza de Gorriti, fueron ametrallados desde un vehículo que se puso a su lado.
Los asesinos, miembros de la banda terrorista ETA, dispararon contra el vehículo en el que circulaban los guardias, llegando a impactar en el mismo dos docenas de balas, para acto seguido huir del lugar en un Renault 5 de color blanco.
Ningún testigo quiso declarar
A pesar de los numerosos testigos que había en el lugar en el momento de los hechos, ninguno quiso prestar declaración a la policía.
Los agentes salieron en ese momento del acuartelamiento para comprar tabaco.
Tras el atentado contra los agentes, fueron trasladados a la Clínica de Nuestra Señora de la Asunción de Tolosa, ingresando cadáver Juan Ramón, el cual recibió seis impactos de bala.
Francisco ingresó en estado grave, siendo trasladado al Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián, donde tuvo que ser operado por las heridas.
Tenía perforación gástrica y de la vesícula biliar
Pese a la gravedad de las heridas, Francisco logró sobrevivir, si bien debido las secuelas de las heridas sufridas tuvo que abandonar la Guardia Civil.
ETA reivindicó el atentado cuatro días después, el 16 de diciembre, mediante un comunicado.
Un policía que debería haber protegido a sus hermanos de profesión, fue el judas que los traicionó
Pero lo más deleznable de todo esto, fue la traición cometida por un policía municipal de la localidad de Tolosa, el cual vigiló al guardia civil Francisco, identificando su vehículo y pasando la información a los terroristas.
Juan Antonio Rezola San Vicente, policía municipal de profesión, facilitó los datos a ETA militar para que cometieran el atentado.
Fue condenado en 1984 a 18 años de reclusión menor por su complicidad en el atentado, pero a los seis años Juan Antonio ya estaba disfrutando el tercer grado.
Juan Ramón Joya Lago, de 26 años, era natural de Melilla, como su compañero Francisco, localidad a la que fueron trasladados sus restos mortales en avión. Juan Ramón residía en el cuartel de Tolosa, estaba casado con María del Carmen, vecina de Tolosa, y tenía dos hijos de corta edad.