Columna de Ricardo Magaz en h50 Digital Policial. “CRÓNICAS DEL NUEVE PARABELLUM”.
La marihuana, una forma del cannabis, es de las drogas más antiguas del planeta. Su planta, la Cannabis sativa, tiene la cualidad de crecer en multitud de hábitats. La península ibérica es uno de esos ecosistemas adecuados para las plantaciones de cáñamo, tanto exterior como indoor. La externa, por el relieve y el clima; la interior, por los sistemas desarrollados por clanes y mafias que han convertido a España en el mayor productor y exportador de maría en el continente.
Narcolabranzas industriales
En apenas unos años hemos pasado del cultivo para autoconsumo y menudeo zonal a las narcolabranzas industriales con cosechas de toneladas cada tres meses, listas para distribuirse en la Unión Europea del espacio Schengen de libre circulación.
“LAS NARCOMAFIAS ACELERAN GENÉTICAMENTE LA PRODUCCIÓN PARA CONSEGUIR GRANDES COSECHAS CADA TRES MESES”
En el mercado negro de nuestro país se pagan 2.000 euros por kilo de hierba, comprado al por mayor. Este precio puede variar ligeramente dependiendo del principio activo THC que contenga. Con todo, si el gramo viene despachándose en la calle a unos 5 euros en España y a cerca de 10 en Francia, Italia o Alemania, entre otros lugares de la UE, la cuenta de resultados es tentadora.
“Droga social”
Españoles, holandeses, marroquís, italianos y chinos invierten enormes cantidades de dinero en plantaciones de interior, propias o subcontratadas, aplicando técnicas hidropónicas y semillas modificadas genéticamente para acelerar la producción. Algo atrás queda el hachís marroquí, superado por la maría, una droga con mayor demanda, más lucrativa en estos momentos y con menos reproche social.
España, vivero de Europa… en marihuana. Como dice el proverbio: al desnudo todo le llega menos la ropa.
(*) Ricardo Magaz es profesor de Fenomenología Criminal en la UNED, ensayista y miembro de la Policía Nacional (sgda/ac)
